El abuso de alcohol y drogas afecta a decenas de millones de estadounidenses y representa una crisis grave de salud pública, concluyó el jueves un informe de las autoridades sanitarias que criticó el bajo número de personas tratadas médicamente por este trastorno crónico y devastador.

"Los abusos de alcohol y de drogas constituyen una de las crisis de salud pública más urgentes de nuestros tiempos", estimó Vivek Murthy, jefe de Medicina ("Surgeon General") de Estados Unidos, insistiendo sobre el hecho de que la adicción es una enfermedad crónica.

Este informe, titulado "Frente a la adicción en Estados Unidos: reporte del Jefe de Medicina sobre el alcohol, las drogas y la salud", busca "cambiar la manera en que la sociedad percibe la utilización excesiva del alcohol y el consumo de drogas", explica.

"La adicción no es una debilidad de carácter, más bien es una patología crónica que debería ser tratada con las mismas competencias médicas y la misma compasión que las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes", estimó Murthy.

En 2015 más de 27 millones de personas en Estados Unidos consumieron drogas ilícitas, mientras que 21 millones sufrían de alguna adicción, un número mayor a las personas que sufrían cáncer, precisó el reporte.

Pero únicamente una persona de cada 10 fue tratada.

Más del 40% de los que tiene problemas de adicción sufren también enfermedades mentales, sin embargo menos de la mitad sigue algún tratamiento.

El documento del "Surgeon General" indica también que más de 66 millones de adultos y adolescentes, es decir cerca del 25% de la población estadounidense, ha reconocido haber tomado alcohol de forma muy excesiva en los últimos 30 años.

Las familias sufren otro de los impactos devastadores de la adicción. Se estima que solo el abuso del alcohol cuesta a la economía estadounidense 249.000 millones de dólares anualmente.

En cuanto al consumo de drogas ilegales, el costo se cifra en un total de 193.000 millones de dólares por año.