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La Ciudad de Buenos Aires es tapada por la cantidad de volantes que publicitan servicios para adultos. Las calles estan llenas de papeles pertenecientes casi en su totalidad a un mismo rubro: prostitución
En las primeras horas de la mañana, los teléfonos públicos, las paredes y hasta afiches de empresas son cubiertos por volantes de prostíbulos. Cuando se recorren las calles, a veces se puede observar como algún policía retira los volantes de las cabinas telefónicas, pero inevitablemente ese policia lucha contra una corriente grande y sin límites, como la superpoblación de repartidores que al rato pasan por allí y vuelven a llenar los rincones de papelitos con imágenes eróticas, con muchas posibilidades de que algún niño o niña vea los panfletos dispersos por las veredas.
La peatonal de Florida, recorrida por miles de personas cada día, llena de vendedores ambulantes, artesanos y bandas musicales; es una de las calles más "tapada" por la propaganda de burdeles. La siguiente zona que le sigue es la zona de Congreso, la que sin lugar a dudas, las Av. Callao y Av. Corrientes son víctimas del abundante exceso de folletines convertidos, luego, en basura.
Aparecen reclamos mediante cartas de lectores en los principales periódicos del país, en el que exigían explicaciones y control sobre el caso, a las autoridades del Gobierno de la Ciudad. Pero por el momento, no aparecen las soluciones y los papeles siguen invadiendo cada esquina.