¡Lo retó feo! El ex jugador de Boca y Racing no podía creer lo que estaba escuchando en la pista del Bailando y se le notó en la cara. La amenaza de Polino a Diego Latorre que dejó mudo al comentarista y que hizo reír a Yanina. Camino a la reconciliación: el comentarista fue a la grabación de ShowMatch para apoyar a su mujer. Te banco siempre. Los quiero", lo recibió Marcelo Tinelli a Diego Latorre en el Bailando. "Vengo a apoyarla y a bancarla con los nenes", dijo él y amplió: "Estoy remando un poquito pero bien. Pasando un momento feo. No salí a decir nada públicamente porque son temas sensibles y se resuelven en casa. Conozco las reglas del juego, las acepto, pero lo que se tiene que arreglar queda puertas adentro". Luego, Diego continuó: "Quiero felicitar a Yanina por el temple que tuvo, la postura, la entereza. Se llevó la peor parte cuando no hizo nada y sé lo que significa bailar en un momento así. La admiro mucho". "Es una gran luchadora, gran madre. Va a llevar un tiempo pero estoy dispuesto a remarla", resumió el ex jugador de fútbol sobre su matrimonio. Yanina, por su parte, aseguró: "Somos una familia que es lo que traté de decir todo este tiempo. Son 23 años, lo nuestro es un proyecto de vida que costó mucho construir. Hay que darle un poco de valor a la familia. Él no es perfecto, yo tampoco. No lo justifico pero me parece bien que esté acá. Yo lo apoyé mucho". Luego vino el duelo donde Yanina hizo de Raffaela Carrá. Vinieron los puntajes y cuando le tocó el turno a Polino, el periodista, filoso apuntó directamente al marido de Yanina. "Diego tenés un minón, te mandaste un cagadón. Espero que a partir de ahora te portes bien. Yo adoro a tu mujer sino te voy a ir a buscar yo la próxima vez que te mandes algo, así que prometé que te vas a portar bien, porque somos una patota para ir a buscarte y cargarte a patadas a vos", se despachó sin respiro Marcelo Polino ante la mirada totalmente sorprendida de Diego Latorre, que no daba crédito a lo que estaba oyendo. Mientras, Yanina miraba divertida y se reía sin parar ante la defensa de su amigo.