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Varias veces tomaron mate con el arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, celebraron en 2013 su elección como Papa "como uno de los nuestros" y ahora se preparan para salir en autobuses a reencontrar al "amigo de la villa" en Paraguay.
Como cientos de miles de argentinos otro montón de paraguayos que han echado raíces en la tierra natal del Papa, viajarán por tierra unas 30 horas la próxima semana para no perderse su visita al vecino Paraguay, del 10 al 12 de julio, última parada tras visitar Ecuador y Bolivia.
"Probablemente nos reencontremos con el Papa, pero sabemos que va a ser una multitud enorme", dijo a la AFP el padre Lorenzo de Vedia, conocido como "Toto", quien tejió una relación cercana con Bergoglio desde sus tiempos de obispo en la capital argentina.
Entre los párrocos de esta villa -como se denomina a los barrios pobres en Argentina- y el obispo Bergoglio "se fue dando un acercamiento que no era algo tan usual históricamente", contó el padre "Toto".
Este padre es una suerte de motor anímico de la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, ubicada en la Villa 21, uno de los barrios más pobres de Buenos Aires.
Fue aquí que el Sumo Pontífice trajo hace 18 años a la Virgen de Caacupé en peregrinación, en honor a los inmigrantes paraguayos que son mayoría en este lugar.
- Como de la familia -
En una fiesta de San Juan al interior de la parroquia cualquier vecino escogido al azar puede narrar alguna experiencia personal con Bergoglio.
"Me bautizó, me dio la comunión y me confirmó en 2012 cuando decidí salir de la adicción y la delincuencia", dijo a la AFP Jorge Echeverría, vecino de 39 años que preparó una pancarta enorme con el nombre del Hogar de Cristo que apoyó el entonces arzobispo para recuperar a jóvenes.
"Las letras son tan grandes que cuando pueda acercarme a él en Paraguay, lo va a ver, va a saber quiénes somos", prometió al lado de Carlos Báez, otro agradecido con Francisco por haberle dado unos cuantos sermones que lo sacaron del bajomundo de la droga y robo.
Todos partirán en autobuses el próximo miércoles, dos días antes del arribo del Papa a Asunción, para recorrer 1.265 km y asistir a la homilía en la basílica de Caacupé, patrona de los paraguayos, y el domingo en Ñu Guasu, donde se realizará la misa campal con unos tres millones de fieles.
- "Es el papa villero" -
Bonifacia Acuña y Maximina Zamudio, dos misioneras paraguayas residentes en la Villa 21 se emocionaron hasta las lágrimas cuando recordaron sus charlas con Bergoglio y su presencia cada 8 de diciembre en las misas en honor a la Virgen de Caacupé.
"Es como ir a encontrarnos con un hermano nuestro que nos hizo crecer en la fe, que nos enseñó muchas cosas, sobre todo la humildad y el amor al prójimo", dijo Acuña.
Zamudio agregó que los esfuerzos para a verlo en Paraguay son los que se hacen por "un buen amigo".
"Él nos conoce muy bien a nosotros, todo lo que trabajamos acá, toda la lucha de la gente, de toda la violencia, él siempre estuvo con nosotros", contó Zamudio.
Con rifas y otros eventos juntaron recursos para el viaje, como en otros lugares de Argentina, y en Asunción se alojarán en colegios católicos.
En esta parroquia enclavada en un barrio con todos los estigmas de la pobreza latinoamericana -delincuencia, drogas y riñas- el padre "Toto" destaca las virtudes que lo han hecho parte de esa comunidad.
"La capacidad de hacer fiestas, sentido de vecindario, solidaridad, la fe y la religiosidad fuerte de la gente, la humildad de corazón de los vecinos", enumeró.
Allí sienten que "uno de los nuestros llego a ser Papa, por lo sencillo, de acercamiento y amistoso que Bergoglio siempre fue con la Villa 21, la gente lo siente como alguien de acá. Para muchos es el Papa 'villero', que significa mucho", dijo Toto.
Francisco emprende este domingo a sus 78 años su noveno viaje al exterior, en el cual tomará siete aviones y pronunciará 22 discursos en países "periféricos" de la región, marcados por la desigualdad, la pobreza y la opresión.