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Esto es "Matrimonio Tradicional" punto uno de un caso de seis puntos referentes al debate del matrimonio homosexual. Los activistas homosexuales pueden objetar la sugerencia de que sabemos lo que les conviene. "Guárdense su compasión. ¡Yo quiero ser así!" podrían decir. Bien, usted puede comportarse de esa manera, pero no espere que el resto de la sociedad lo apruebe.
Contras del Matrimonio Homosexual - Daña a los Heterosexuales
Los activistas homosexuales preguntan: "¿Cómo podría la aprobación gubernamental del matrimonio homosexual dañarle a usted? La mayoría de los conservadores han fracasado en contestar esta pregunta, pero no es difícil prever las siguientes consecuencias negativas en todos los americanos:
Contras del Matrimonio Homosexual - Daña a los HeterosexualesPor más de doscientos años de la historia de nuestro país, el homosexualismo fue considerado lo suficientemente malo como para ser prohibido, como lo evidencian las muchas leyes estatales en contra de la sodomía. Cuando la Corte Suprema anuló esas leyes en la decisión del año 2003 Lawrence versus Texas, envió el mensaje de que de pronto la homosexualidad no era lo suficientemente mala para ser prohibida - ahora debemos permitirla.
Ese es un cambio de paradigma significativo, pero no es nada comparado con el cambio total de pensamiento que la imposición del matrimonio homosexual representaría. Si la corte o el congreso aprueban el matrimonio homosexual, estarán en efecto diciendo que la sodomía es ahora lo suficientemente buena para ser promovida - desde prohibir, permitir, a promover. El matrimonio homosexual promovería la obviamente falsa idea de que el homosexualismo es tan saludable y beneficial como el comportamiento heterosexual. Esto no sólo dañaría a la sociedad, sino que dañaría a los homosexuales también. ¿Cómo?
Dadas las serias consecuencias para la salud del homosexualismo, al aprobarlo estaríamos actuando con desamor como sociedad. No estaríamos simplemente permitiéndole a la gente que se destruyera a sí misma, sino estaríamos exhortándola a hacerlo.
David Kupelian escribe muy bien sobre esto en su libro, The Marketing of Evil:
"Hemos olvidado lo que es el amor como sociedad, porque apoyar y justificar la homosexualidad no es amor verdadero, así como glorificar el beber no ayudará al alcohólico o celebrar el fumar no ayudará a eliminar el cáncer de pulmón. . . La posición de mayor amor hacia otros que se debe tomar, es no servir como facilitadores de compulsiones autodestructivas e inmorales, sino permanecer en paciente pero firme oposición." 60
¿Por qué no permanecemos en paciente pero firme oposición? Porque es mucho más fácil aceptar sin criticar las medias verdades dichas por los activistas homosexuales, y luego tener lo que parece ser compasión por ellos dándoles lo que quieren. Pero eso no es una verdadera compasión. Jay Budziszewski observa que la verdadera "compasión debería hacernos visitar al prisionero, no darle de beber al alcohólico, ayudar a la niña embarazada a prepararse para tener al bebé, y exhortar a los homosexuales jóvenes a vivir castamente. Pero es mucho más fácil olvidar al prisionero; darle un trago al borracho, enviar a la muchacha al abortista, y decirle al muchacho que se rinda. La falsa compasión da mucho menos trabajo que la verdadera." 61
Gente está siendo dañada por nuestra falsa compasión que promueve la homosexualidad. Tan falsa compasión no sólo atrae a más jóvenes a experimentar la homosexualidad, sino que hace la lucha más difícil para los homosexuales que les gustaría dejar ese estilo de vida. Como George Gilder señala: "Algunos gais . . . No están siendo ayudados por el agresivo movimiento de liberación gay, el cual quiere sacarlos del closet a la calle en donde puedan ser explotados por la brigada de los derechos gay. Ellos quieren vivir tranquila y productivamente y son lo suficientemente conscientes para no querer infligir su problema a otros." 62 Ciertamente, promover comportamientos problemáticos no tiene nada de compasivo.
Los activistas homosexuales pueden objetar la sugerencia de que sabemos lo que les conviene. "Guárdense su compasión. ¡Yo quiero ser así!" podrían decir. Bien, usted puede comportarse de esa manera, pero no espere que el resto de la sociedad lo apruebe. Eso sería el desamor. Promover la homosexualidad con la aprobación gubernamental del matrimonio homosexual podría no sólo dañarle a usted, sino que también dañaría a nuestros hijos y a nuestro país. {allaboutlove, PANORAMA PROFÉTICO }
Cortesía de Correct, not Politically Correct, escrito por Frank Turek. Para más información, visite www.impactapologetics.com .
60 David Kupelian, The Marketing of Evil, (Nashville, WND Books, 2005), pág. 37.
61 J. Budziszewski, What We Can't Not Know, (Dallas: Spence, 2003), pág. 190.
62 George Gilder, Men and Marriage, (Adler, 1986), pág. 74.
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