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Declarada con muerte cerebral, la actriz ha sido desconectada del soporte vital que la mantenía en coma tras su gravísimo accidente automovilístico
La famosa actriz estadounidense ha sido desconectada del soporte técnico vital que la mantenía con vida por deseo de la familia. Tras el accidente que sufrió con su auto el pasado día 5, se encontraba con graves quemaduras y heridas internas que le produjeron anoxia cerebral y que determinó, unas horas más tarde, su muerte cerebral. La familia autorizó la desconexión y la donación de órganos, tal como sabían que era el deseo de Anne.
Lo más reciente conocido poco antes del accidente, es que Anne paró en una tienda a comprar una peluca. Según la persona que le atendió, no se percibía nada anormal en su comportamiento, fue amable y simpática. Sin embargo, poco después de abandonar la tienda y conduciendo su Mini Cooper, chocó contra un garaje cercano. Tras este percance, extrañamente, se dio a la fuga a gran velocidad y terminó estrellándose, a 150 km/hora, contra una casa. El impacto fue tan violento que se hizo necesaria la participación de varias docenas de bomberos y más de una hora para extraer a Anne del vehículo y controlar el incendio provocado en el vehículo y su entorno.
Siendo Anne consciente de su estado, quiso huir del primer accidente para evitar las posibles consecuencias que incluirían análisis toxicológico, sanciones y una publicidad no deseada
Según análisis médicos posteriores, se le detectaron evidencias de cocaína y alcohol en su cuerpo. Quizá por ello, siendo Anne consciente de su estado, quiso huir del primer accidente para evitar las posibles consecuencias que incluirían análisis toxicológico y, consecuentemente, quizá sanciones y una publicidad no deseada.
Analizando sus ciclos biológicos, nuevamente y como en muchos accidentes de todo tipo, especialmente automovilísticos, observamos que Anne se encontraba en plena fase baja.
Cierta asintonía entre la capacidad física y la percepción mental es propia de los días bajos, y aunque tal estado es intermitente y no demasiado duradero, si alguno de tales instantes coincide con circunstancias especiales, puede desencadenar fatales accidentes. Estas influencias, con otros ejemplos, son explicadas detalladamente en: Programados para morir, Biorritmos >>