Basta entrar en cualquier buscador del espacio cibernético para comprobar que muchísimos seres de nuestro planeta, se interesan por saber si estamos cerca del fin de los días.

Hasta se han hecho dos películas que nos muestran catástrofes indescriptibles que colapsan nuestra amada Tierra.

Como en todos estos asuntos, hay quienes lo creen y quienes dicen que son solo patrañas.

Veamos, Las opiniones vertidas al respecto.

La gran mayoría de los creyentes acerca de la proximidad del cataclismo, se basan en los terribles sucesos que nos aquejan en la actualidad: terremotos, tsunamis, guerras, pandemias y fundamentan, entre otras fuentes, su fe en las siete profecías de los Antiguos Mayas.Arqueólogos como Miguel Rivera Dorado, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, autor de “El Pensamiento Religioso de los Antiguos Mayas” señala que:

‘El 21 de diciembre de 2012 termina un ciclo cronológico de 13 baktunes -cada baktún tiene 400 tunes, y cada tun 360 días- y suponemos que los mayas creían que al finalizar o completar cada uno de tales ciclos habría profundas transformaciones en el mundo, afectando muy especialmente al tipo de humanidad existente en él… cabe pensar, entonces, que los mayas imaginaban esa fecha del 2012 del calendario cristiano como un replanteamiento de la creación originaria decidida por las potencias sobrenaturales" y así lo ha dicho en su blog personal y en reportajes televisivos accesibles a través de Youtube.

Pero también dice que en los presagios de hambrunas, malas cosechas, y guerras nada se ha encontrado acerca del fin del mundo en el 2012 en los libros de esta civilización, como el Chilam Balam.

Otros creyentes de la profecía, alegan que en el solsticio de invierno boreal, según los estudios astronómicos, del año en cuestión, habrá una alineación planetaria nada benefactora para la Tierra.

Astrónomos consultados, afirman que es así, pero que esto sucede anualmente y que ningún planeta, como algunos sostienen, chocará con el nuestro, ni el que llaman Hercolubus o Nibiru.

La NASA es contundente, dice que esto no soporta el menor análisis.

Como en todos estos asuntos, hay quienes lo creen y quienes dicen que son solo patrañas

La cuestión medular de este asunto está en aquellos que creen que el año 2012, no será el fin de la existencia humana sino un punto de inflexión, el comienzo de una nueva era.

No sólo se basan en las profecías Mayas, sino en las de Michel de Nostradamus, algunas de las cuales dicen se han cumplido; en cantidad de premoniciones de Benjamín Solari Parravicini, artista plástico argentino nacido en Buenos Aires en 1898 y fallecido en 1974, católico, autor de psicografías que se encuentran en los libros llamados “Dibujos proféticos”, que, afirman, muchas sucedieron a sus dichos.

También hacen referencia a las coincidencias numéricas, dándole especial importancia al número 11, a los niños índigos, a la mutación del ADN humano y por supuesto al libro de los libros, la Santa Biblia.

Este grupo de seres, aseguran que esta es una oportunidad única para la humanidad, en la cual se dará un salto evolutivo, un nuevo despertar humano.

Propician la reflexión, la vida espiritual, la armonización con la naturaleza, el trabajo interno de cada individuo basado en el amor, el respeto, las actitudes positivas como la solidaridad y el compromiso.

No sé, la incertidumbre es una cualidad que tenemos los que gozamos de la fe, porque sabemos que no existen las verdades absolutas.

Lo que sí sé, es que si este interés en saber que pasará, es bien utilizado y lleva a muchos a replantearse su existencia, su espiritualidad, la solidaridad como meta, el compromiso, la reflexión y el amor, entonces quiero creer en un nuevo renacimiento, en un salto cualitativo, en una crisis que implique un cambio para dejar la adolescencia que padecemos y empecemos a madurar como personas en todo el mundo.