¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Heggar escriba una noticia?
Las redes sociales fueron invadidas por la campaña contra el maltrato a la mujer y los niños. Tanto hombre como mujeres se manifestaron cambiando la foto del perfil, otros indignados comentaron en los hashtag #niunamenos #niunamas #apagonfemenino, dieron su opinión al respecto.
Me parece excelente que muchas personas quieren manifestarse de alguna forma, lo que está sucediendo en Colombia y en el mundo, el maltrato a la mujer y a los niños. Ellas opinan, algunas están de acuerdo, otras dicen lo que piensan al respecto. Ponen en duda sí cambiando el avatar del perfil y ocultando su rostro van a solucionar las cosas, otros hablan de valores, principios y protección social, los demás van a otro plano y hablan sobre la salud mental de los agresores.
¿Pero cuál es la realidad?
Vamos a ver las cosas desde el punto de vista de la neurociencia. Se debe entender cómo funciona el cerebro del hombre y de la mujer. Lo he dicho muchas veces en otros artículos, cuál es la diferencia entre los dos y su rol biológico para la cual fueron creados, como se comportan cada uno de acuerdo a los roles que desempeñan en la sociedad. Para eso hay que entender de dónde venimos y como la evolución nos ha dotado con sistemas nerviosos distintos para realizar los roles necesarios en la supervivencia de la especie, como somos y como pensamos. Por qué decimos lo que decimos y hacemos cosas diferentes a las que decimos.
El rol biológico del hombre ha sido el proveedor, debe cazar para alimentar a su familia. En las laderas africanas salía de su tribu y por días iba detrás del mamut, la fuerza y su visión de túnel fueron su mejor aliada para lograr el éxito de la caza y la supervivencia de la especie.
La mujer en la tribu se dedicaba a cuidar a las crías, recolectando frutos, alimentándolas, compartiendo con las demás congéneres de la misma tribu, desarrollaron su rol social, su sistema comunicativo, creando diferencias en sus cerebros para cumplir con su papel como mujer, como madre y como parte activa de la sociedad.
El hombre desarrolló su cerebro un poco más que el de la mujer, no quiere decir esto, que tenga que ver con la inteligencia, este pesa 100 gramos más que el de la mujer. La finalidad del tamaño y el peso se relaciona con el mayor volumen muscular y no con los procesos mentales. El hombre tiene en su organismo 20 veces más testosterona que la mujer de ahí que su sistema nervioso se exprese en actitudes más agresivas y dominantes, ellos desean el sexo desde el punto de vista físico, mientras que la mujer es más delicada y su mente busca un placer sexual centrado en la sensualidad y el afecto. Ellas desarrollaron la zona límbica, donde se procesan las emociones por eso es que ellas son más emocionales y durante los 30 días son un cumulo de emociones y eso el hombre debe entenderlo.
La agresividad del hombre radica en su desarrollo del cerebro reptiliano, ubicado en el tallo cerebral, según los estudios del Dr. Paul Mac Clean en 1952, el cerebro reptiliano se encarga de las funciones vitales del cuerpo, de las funciones automáticas: latido cardiaco, la respiración, la actividad pulmonar, el funcionamiento del hígado, páncreas, riñones etc. Es el cerebro de los reptiles, de ahí su nombre, también llamado el cerebro de la reproducción, el cerebro animal no piensa solo actúa.
Según Mac Clean la teoría del cerebro triuno, sobre el cerebro reptiliano está el cerebro límbico, el cerebro de las emociones, el cerebro de las mujeres. Más arriba en la parte frontal está el cerebro racional o neocortex el cerebro de los hombres, donde está el análisis, la planificación el raciocinio. El cerebro más nuevo en la evolución, el que nos hace humanos. Activando los tres cerebros la persona es más centrada, inteligente y se dedica a construir un mundo mejor-.
El agresor actúa inconscientemente bajo el cerebro reptiliano, no piensa, solo actúa. No es consciente de sus actos, las emociones están bajo cero, en el momento de agresividad segrega altos niveles de testosterona por todo su cuerpo, el cerebro cierra la producción de químicos de la compasión, la misericordia de la piedad y abre en torrentes los químicos de agresión, perturbación, ataque, violencia no le importa si es mujer niño o niña. Su vulnerabilidad masculina le hace sentirse agredido, así sea por la inocencia de un niño o por una mujer vulnerable. Ataca para defender su machismo, racionalmente, sabe donde duele a ella y es violentando a su cria. Lo hace como forma de venganza, descargando su ira, odio y rencor. El maltrato significa para el agresor: posesión, dominación, autoridad, supremacía, dominio del territorio.
Todos son actos inconscientes y si digo inconscientes no quiere decir que no es culpa del macho agresivo o quizás sí. Tanto el hombre como la mujer hacen todo en la vida de manera inconsciente, incluso para casarse. Amar, tener relaciones sexuales, comprar una casa, un auto, incluso comer para sobrevivir, todo se hace de manera inconsciente. No nos damos cuenta de que lo hacemos dijo Sigmund Freud. Laboratorios de neurociencia dicen que el 85% de las decisiones que tomamos en la vida son inconscientes. La universidad de Harvard dice que es el 95%, solo nos queda el 5% para justificar la decisión que tomamos. Si la persona se casa, justifica porque lo hizo, dice: porque la amaba, no podía vivir sin él o ella, porque era de buena familia, porque era el hombre de su vida etc. Mil razones justificables. En ese momento de enamoramiento el cerebro segrega torrentes de químicos para mantener a dos personas unidas: la dopamina, la vasopresina, las endorfinas, oxitocina y otra cantidad de neurotransmisores del amor y la felicidad
Cuando estos neurotransmisores bajan a su nivel normal es cuando las personas se dan cuenta de los errores y los defectos del otro, cuando aparecen las infidelidades, las agresiones verbales y físicas. La neurociencia nos dice cómo lograr activar esa química perdida y reestablecer el enamoramiento, este es un ciclo de crecimiento continuo que el hombre y la mujer deben saber para mantener una relacion de pareja estable.
¿Pero entonces por que el hombre agrede a su pareja ocasionándoles incluso la muerte, sin en algún momento prometió amarla y respetarla por toda su vida?
La respuesta en pocas palabras. Una infancia traumática.
Las experiencias traumáticas de la infancia, lo que vivo en si vida infantil. Todos estos archivos están almacenados en su cerebro, en el hipotálamo cerebral, estos archivos quedaron guardados por mucho tiempo en espera de ser utilizados.
Esas experiencias que vivió en su casa, con sus padres, sus familiares, el medio donde se creció. Fueron la semilla para elaborar programas de agresión, programas de violencia de género. Programas donde su padre agredía a su mamá, programas donde su progenitora lo rechazó y ahora tiene odio por las mujeres, y cuando tocan su vulnerabilidad masculina aparece el instinto animal el cerebro reptiliano.
Cuando la producción de neurotransmisores causantes del enamoramiento, aparecieron en el cerebro del hombre, este era leal en sus principios, auténtico en su relación amorosa y sincero en sus emociones. Pero cuando los niveles de químicos descienden es cuando los problemas aparecen. Creen que son los dueños de la otra persona, se vuelven posesivos y aparece la famosa celotipia: celosos obsesivos, emoción por poseer en exclusiva a la persona amada.
Ese niño asustadizo, débil, frágil mutó en ser agresivo, provocador, violento, asesino. La única forma de sacar ese animal de dentro es violentando a la persona que está más cerca, con la que tiene un vínculo afectivo, se adueña de su vida, de sus sentimientos. Sienten miedos, miedo de ser reemplazados; eso le aterra, le carcome el alma y por eso someten a su amada, las golpean, hasta les causan la muerte, de esa forma se siente tranquilo, pensando que nadie las va a mirar o querer tomarlas porqu eno lo soportarían.
Desgraciadamente la mujer no se da cuenta que está durmiendo con el enemigo hasta que muestra rastros de su agresividad. ¿Pero entonces, la mujer porque no toma cartas en el asunto antes de que pase a mayores?
Hay factores que se lo impiden, nombremos algunos:
¿Pero... Entonces cual es la solución?
La campaña de los avatares está bien, quizás es manera de que las personas se desahoguen las mujeres se hagan sentir y manifiesten su opinión, pero no es la solución. Podrá haber miles de campañas televisivas, radiales o campañas por internet contra el maltrato a la mujer y a los niños, pero lamentablemente no van a funcionar. Seguirán habiendo mujeres maltratadas y muchos feminicidios por doquier y niños agredidos. No quiero ser ave de mal agüero, pero de acuerdo a lo que hemos visto y conociendo cómo funciona el cerebro de los agresores, ellos van a existir por siempre, a no ser que la sociedad haga previamente algo por subsanar esos mapas mentales de los niños o posibles agresores y sea una sociedad centrada en sus valores.
Aquellos adultos que ya tienen las programaciones en su mente inconsciente, esos archivos que alteran su comportamiento y activan los miedos, deben cambiarlos o eliminarlos, esto es posible. Se pueden cambiar por archivos de compasión, ternura, piedad, misericordia, perdón. Hay que modificar esos patrones de comportamiento creando archivos que cambien la percepción del hombre hacia la mujer, respetando su individualidad, el rol que desempeña en la reproducción de la especie, su condición social.
A través de las técnicas de la programación Neurolingüística logramos eliminar o cambiar esos archivos adquiridos durante la infancia, tanto si la persona se acuerda como si no se acuerda de los eventos sucedidos. El agresor debe estar consciente del problema y buscar la ayuda para cambiar sus estados inconscientes de agresividad y aceptar que están ahí y le están haciendo daño.
Esto es posible a través de la ciencia, apoyado en el hombre como ser espiritual, tomando conciencia de sus pensamientos y sentimientos.
La mujer tiene un papel importante para identificar al potencial agresor, debe aprender a identificar sus conductas, su vida pasada, los traumas de su niñez, esto no es difícil ni complicado, no es uso exclusivo de la psicología, cualquier persona lo aprende y logra relaciones armoniosas.
La mujer debe conocer las funciones biológicas del hombre y de sí mismas para lograr llegar a la mente inconsciente de la otra persona y propiciar cambios en sus relaciones de pareja y en la relacion con sus hijos. No es complicado, la neurociencia nos enseña como logramos aprender del comportamiento de las personas para entender las diferencias biológicas del hombre y la mujer y la Programación Neurolingüísticas nos da herramientas para lograr esos cambios.
Las mujeres tienen en sus manos el potencial para lograr cambios en una sociedad decadente. Deben tomar el rol por las que fueron creadas y puestas aquí en la tierra, ellas tienen el poder de lograr cambios sorprendentes en la especie. Aprendiendo a manejar sus emociones logran activar los tres cerebros propuestos por Mac Clean (El cerebro límbico, reptiliano y racional). Animo a todas las mujeres a que sean parte del cambio de esta sociedad.