¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Fútbol escriba una noticia?
La Argentina de Lionel Messi estará este domingo ante una oportunidad tal vez única en su historia de levantar la Copa Mundial frente a la poderosa Alemania en el Maracaná, templo del fútbol brasileño situado en pleno corazón de territorio 'enemigo'.
No hubo ni habrá evento más importante en la historia del deporte de su país si Messi levanta la tercera Copa del Mundo para la Albiceleste en un Maracaná plagado de argentinos, con el fondo de los morros y el Corcovado, símbolos de Rio de Janeiro.
"Mañana [domingo] jugaremos el partido más importante de nuestras vidas con esta camiseta. Mis sueños y mis ilusiones se están viendo cumplidos gracias al trabajo y el sacrificio de todo un plantel que lo ha dado todo desde el primer día y que ha creído que se podía. Pero el sueño no ha acabado, ¡mañana queremos ganar y estamos preparados para ello!", escribió Messi en su página de Facebook.
Decenas de miles de argentinos han llegado a Rio de Janeiro para asistir a la gran final en el Maracaná y un gran número se arriesgó a viajar sin entrada para ser protagonistas de un eventual festejo.
La avalancha albiceleste se ha tomado el Sambódromo, el famoso corredor de los desfiles del Carnaval, y la playa de Copacabana, otro de los sitios emblemáticos de Rio de Janeiro.
Igual que Messi, saben que este domingo es el día, que no habrá otro, pero Argentina se enfrenta a una verdadera máquina, tal vez el mejor equipo del Mundial, que trituró al anfitrión Brasil en semifinales (7-1), ahogándole el sueño de la sexta corona y la primera en casa y en el Maracaná.
- Vigilia en Buenos Aires y Berlín -
En una mañana fresca en el invierno de Buenos Aires la vigilia se vive con ansiedad con escaso movimiento en las calles propio de un domingo, aunque muchos comercios cerraban antes del partido a las 19H00 GMT.
Las autoridades han colocado pantallas gigantes en dos plazas de la capital argentina desde donde miles de personas seguirán en directo el juego en el Maracaná.
"Sólo le pido a Dios", encabezó el diario deportivo Olé con una foto del Cristo Redentor de Rio de Janeiro de fondo, aludiendo a una canción muy conocida en América latina del popular cantante León Gieco.
En Alemania, el diario Bild, el más popular tituló: "80, 8 millones de corazones laten hoy por ustedes", consagrando su portada y otras 54 páginas a esta gran final en Rio de Janeiro.
Cerca de 200.000 hinchas se reunirán principalmente delante de la Puerta de Brandenburgo, en pleno centro de Berlín.
Alemania tiene hambre de gloria que no sacia desde 1996, cuando ganó la Eurocopa en Inglaterra, contra un rival también necesitado de éxitos, que no logra nada con su selección absoluta desde que ganó la Copa América de Ecuador-1993.
Será la tercera final entre ambos, la más repetida en la historia de los Mundiales, con un triunfo para cada uno. Ahora toca el desempate.
- "Esa jauría de lobos" -
"Argentina es excelente y merece estar en la final. Messi, [Angel] Di María, [Sergio] Agüero y [Javier] Mascherano, que es como el líder de esa jauría de lobos", subrayó el mediocampista Bastian Schweinsteiger.
La Albiceleste se "convirtió en una jauría de lobos" cuando el DT Alejandro Sabella metió mano en una defensa famosa por su inseguridad, y con los ingresos de Martín Demichelis en defensa y de Lucas Biglia en el centro del campo para ayudar a Mascherano consiguió un equilibrio que transformó a su equipo en el que menos goles recibió, tres hasta ahora.
Atrás quedaron los cuatro fantásticos, que asustaban pero no concretaban: Messi amagó con convertirse en el mejor del Mundial con cuatro goles en tres partidos en la primera fase, pero ahí frenó, mientras que Agüero se lesionó igual que Di María, aunque éste anotó ante Suiza en octavos, y Gonzalo Higuaín, convirtió el suyo en cuartos y también paró.
"Hay que hacer el partido perfecto", indicó Sabella en rueda de prensa este sábado, prometiendo "entregarlo todo por el compañero y por la camiseta argentina".
'Pachorra' Sabella alude a la necesidad de que Argentina no cometa errores y duplique los esfuerzos en la gran final.
Pero Argentina arranca en desventaja porque tiene un día menos de descanso y ha jugado media hora más que su rival en la semifinal que definió en la tanda de penales ante Holanda.
Y si ello es una desventaja en una final, contra Alemania se convierte en un peligro.
Su colega alemán, Joachim Löw, sostiene que su equipo puede hacer historia si logra quebrar la supremacía de los seleccionados latinoamericanos que han ganado los seis mundiales jugados en la región.
"Sin importar todo lo que ha pasado en el pasado, es cuestión de ganar ahora, y sabemos que evidentemente podemos hacer historia porque en el pasado los latinoamericanos dominaron siempre su territorio", dijo Löw en una rueda de prensa el sábado.
Uruguay-1930 (campeón Uruguay), Brasil-1950 (Uruguay), Chile-1962 (Brasil), México-1970 (Brasil), Argentina-1978 (Argentina) y México-1986 (Argentina), marcaron la sucesión de los títulos ganados en su patio por los seleccionados latinoamericanos.
"Los sueños y las ilusiones" de Messi pueden convertirlo este domingo en una leyenda ante quien se tendrá que rendir hasta el mismo Diego Maradona.
- Gases contra manifestantes -
La policía dispersó este domingo con gases lacrimógenos y bombas de estruendo a unos 300 manifestantes antiCopa que querían acercarse al estadio Maracaná minutos antes del inicio de la final.
Los manifestantes corrían en pequeños grupos en todos los sentidos para escapar de los gases lacrimógenos. Al menos un joven vestido de negro fue arrestado y golpeado por policías, constató la AFP.
La policía montada fue desplegada para enfrentar a los manifestantes, rodeados por cientos de agentes de las fuerzas de seguridad en una plaza del barrio popular de Tijuca, a un kilómetro del Maracaná donde Argentina se enfrentaba a Alemania.