"Los cuantiosos subsidios otorgados por algunos Gobiernos al sector pesquero -al promover una capacidad pesquera excesiva- contribuyen de manera directa a la sobreexplotación y la extinción de los recursos pesqueros", señaló en un comunicado la cancillería argentina.

Según el Gobierno argentino, esta situación afecta no sólo al ecosistema sino "a más de 40 millones de personas", principalmente de países pobres, que dependen en un alto grado de la pesca para satisfacer sus necesidades básicas.

En ese sentido, señaló que las negociaciones abiertas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con miras a establecer disciplinas en materia de subsidios a la pesca "contribuirían a que la actividad se desarrolle de un modo sustentable, teniendo en cuenta la importancia de este sector para los países en desarrollo".

"Argentina reafirma su compromiso con esas negociaciones y con la obtención de resultados ambiciosos como forma de contribuir a preservar los océanos y los recursos marinos para las generaciones futuras", concluye el comunicado.