Paradojalmente, numerosos afiches aparecieron en las calles porteñas promocionando la pelicula "El regreso de los simios" donde un gorilo con brazo extendido y puño cerrado luce aguerrido delante del obelisco. Cualquier observador avispado dirá que se trata de una imagen sustraida del golpe del 16 de setiembre de 1955. En tanto,   y contrariando la imagen ficcional, el país amanece con rostro de mujer... una vez más. De nuevo, contrariando el mensaje del odio y la desverguenza, el pueblo decidió por ella. Algunos la habran votados con la cabeza, otros con el corazon y muchos (los mismos que votaron antes a Macri) con el bolsillo. No importa, cada ciudadano vota de acuerdo a sus intereses como dijo Cristina hace instantes en conferencia de prensa. Muchos militantes renovamos nuestra confianza hacia ella y el proyecto cada día de acuerdo a lo que pensamos y lo que sentimos. Porque, argentinos, parafraseando, tenemos presidenta, un orgullo de presidenta, y... seguramente... seguiremos disfrutando de ellas por cuatro años más (¿serán aún más memorables?).  Mientras tanto, la "revolución" de los simios deberá seguir esperando... a Dios gracias.