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La policía y el Ejército paquistaníes repelieron este viernes sendos ataques de insurgentes equipados con armas automáticas, granadas y chalecos explosivos contra dos bases aéreas en el suroeste de Pakistán, matando a 12 de ellos, según una fuente oficial.
Los objetivos de los insurgentes eran las base de Samungli y Jalid, situadas cerca de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán. Las bases se encuentran a sólo 12 kilómetros de distancia entre ellas.
Según el general Naser Janjua, principal oficial militar de la región, 12 insurgentes murieron en los enfrentamientos y 11 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
Los ataques fueron reivindicados por un grupúsculo vinculado al Movimiento de los Talibanes Paquistaníes (TTP), el Fedayin al Islam.
"Hemos cometido estos ataques en respuesta a la operación en Waziristán del Norte", declaró a la AFP Ghalib Mehsud, comandante de esta facción, que amenaza con llevar a cabo "ataques más importantes" contra el gobierno e instalaciones militares.
El ejército paquistaní lanzó una vasta operación militar en Waziristán del Norte, epicentro del movimiento yihadista en la región, en respuesta a un atentado en junio contra el aeropuerto de Karachi (sur), el más grande del país, en el que murieron 37 personas.