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El otro día veía un video sobre Aries Terrón donde se preguntaba por qué la manía de buscar soluciones a la pérdida de peso en bebidas. La pregunta va más allá de lo que parecer implicar a simple vista
En mi familia ha habido médicos y en general hombre y mujeres de ciencia. Desde temprana edad se me enseñó a cuestionarme todo, y que si no hay fundamento lógico o científico en cualquier acción, entonces no vale la pena intentarlo.
Soy una Persona de números, estadísticas y pruebas fácticas. De experimentos.
Aries Terrón es un coach y nutriólogo mexicano con un canal muy exitoso en YT, y precisamente veo sus videos porque él se apoya en estudios científicos para todo lo que dice.
En uno de sus videos comentó que no entendía por qué las personas se empecinan en buscar soluciones mágicas a sus problemas de obesidad. Esto llamó mi atención, y me recordó a una conversación que tuve con un médico amigo de la familia.
Él me decía que los mexicanos tenemos una herencia muy profunda mágica. No podemos negar nuestras raíces en cuanto al poder de las curanderas, los sobadores, y los chámanes. Todo ello porque la medicina alopática fue algo que se introdujó en nuestra cultura mucho después.
Cultura mexicana
La ciencia en México es algo relativamente nuevo, y poco apoyado por las instituciones gubernamentales (pero eso es harina de otro costal). La razón por la que nosotros mexicanos creemos que al beber agua de chía con limón, o té de canela se nos va a “chupar la panza”, viene precisamente de esa esperanza que le tenemos a la herbolaria, a nuestros orígenes.
No hay que desacreditar el valor mágico de las plantas. La fitoterapia, esos conocimientos ancestrales han evolucionado a lo que son las medicinas actuales.
No obstante, hay una connotación negativa en todo esto. Es la complacencia, y el deseo de soluciones rápidas. La sociedad humana ha cambiado, es dinámica y líquida, modificandose a sí misma cada vuelta del segundero.
No así ha cambiado el funcionamiento de nuestros cuerpos, idénticos a los primeros homínidos que pisaron esta Tierra hace más de 4 millones de años. Ahora y en la ancestral China, si comíamos de más engordamos, si bebíamos agua contaminada nos enfermamos. Somos tan susceptibles a la peste negra como lo fueron las víctimas del siglo XIV.
De ahí que busquemos bajar de peso tomando licuados, juguitos y remedios. Que no son malos en principio, pero se vuelven peligrosos cuando depositamos toda nuestra esperanza de un mejor estilo de vida en ellos, y en miras de resultados a corto plazo.
Bajar de peso