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Blas Ramón Rodríguez © 2016 Ahora que en esta parte del mundo estamos en pleno verano, y que en la otra se anhela que vuelva el buen tiempo de nuevo, resulta oportuno indicar algunos de los beneficios que tienen las vacaciones para nuestra salud en general y para el bienestar psicológico en particular.

Entre los principales beneficios psicológicos de viajar y estar de vacaciones podemos citar:

1. Cambio de actividades, de paisajes, de caras . Todos estos factores favorecerá que abramos más nuestras mentes, la distancia física de la rutina exigente es también distancia psicológica nos permite descansar, recuperar energía vital. Este cambio de ritmo vital es produce desconexión del estrés y las preocupaciones.
2. Más tiempo dedicado a estar y hablar con la familia y los amigos. En determinados casos supone un bálsamo para sanar heridas emocionales, la incomunicación y la soledad afectiva; para la mayoría de las personas también supone ganancias en el terreno de la afectividad y la tolerancia.
3. El contacto prolongado con la naturaleza proporciona oportunidad para el sosiego, la paz, la alegría, la diversión y el optimismo. En algunos caso este estado de bienestar y comunión con la naturaleza nos permitirá la rectificación de algunos malos hábitos adquiridos, pero, naturalmente, eso dependerá de cada como cada uno aprovechemos este tiempo de cambios positivos.