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Tom Wheelan contempló las barricas de roble que cayeron de los soportes en las Bodegas Hagafen en el valle de Napa y agradeció su suerte, pues estaban vacías antes de que un fuerte terremoto golpeara la famosa región vinícola de California.
A las botellas en la sala de degustación no les fue tan bien. Unas diez cajas de buen vino estallaron contra el suelo durante la sacudida de 6, 0 grados de magnitud la madrugada del domingo. "Esto era un mar de vino", dijo Kit Cassidy, de Hagafen, para describir la escena que presenció al llegar, cuando encontró una mezcla de la preciada bebida púrpura brotando por debajo de la puerta de la sala de degustación.
A lo largo de la ruta de Silverado, que atraviesa los viñedos desde la ciudad de Napa, sacudida por el terremoto, hasta la relativamente indemne ciudad de Calistoga, las adornadas puertas de las prestigiosas bodegas se veían cerradas, muchas con carteles explicando que estarían cerradas todo el día. Faltaba el movimiento habitual de fin de semana de limusinas, autobuses turísticos y vehículos particulares llenos de gente con ganas de degustar los vinos de la famosa carretera del valle de Napa.
Trabajadores de las bodegas estaban limpiando suelos, recolocando barriles sobre los bastidores y comprobando lo que el temblor podía haber hecho a los edificios o equipos. "Cerramos para evaluar los daños, y dejar que los trabajadores se ocupen de lo que necesiten atender en sus casas", dijo el presidente de Black Stallion Winery, Chris Indelicato, mientras estabilizaba junto a un par de ayudantes un soporte de barriles derribado por el terremoto. "Fuimos bendecidos. Sólo se cayó un barril y no se rompió", agrega.
- Sacudidas pero en pie -
En la renombrada Silver Oak, varios cientos de botellas de "vino de control" y unos pocos barriles se rompieron, según el portavoz de la bodega, Ian Leggat. Costosas cosechas almacenadas en la biblioteca de vinos de Silver Oak, sin embargo, estaban en bastidores diseñados especialmente para mantenerlas a salvo en caso de movimiento.
David Duncan, presidente y director ejecutivo de la propiedad familiar Silver Oak, despertó a su hijo adolescente de la cama y se lanzó a la bodega a los 20 minutos de que el seísmo hiciera retumbar la zona, a las 03H20 locales. Cuando llegó, Duncan vio que el seísmo había regado todo el suelo con "vino de control" y roto algunas botellas en cajas, además de derribar algunos barriles.
Fotos sacadas por Duncan y publicadas en su cuenta de Twitter fueron retuiteadas miles de veces a lo largo del día. Él y su hijo se pusieron a limpiar hasta que llegó un equipo de trabajo que los relevó, según Leggat.
Los "vinos de control" son muestras de diversos tipos de uvas de diferentes viñedos que se conservan para que los viticultores pueden realizar un seguimiento a los cambios de sabor a medida que envejecen. "Hay información valiosa en esos vinos, pero no eran vinos para la venta", explicó Leggat a AFP.
Silver Oak no sufrió ningún daño estructural. La sala de degustación abrió a tiempo la mañana del domingo. "Creo que nuestro vino sabe mejor después de haber sido sacudido", bromeó Chip Sellarole, que atiende la sala de degustación de Silver Oak.
La vendimia comenzó recientemente en el valle de Napa, con la recolección de uvas de vino blanco de primero. Los racimos de uvas negras colgaban en las hileras de vides que recubren la ruta de Silverado.
Bodegas y plantas de producción en el área de Napa reportaron daños, pero determinar el alcance de estos daños podría tomar días, según la asociación Napa Valley Vintners. "Tú puedes haber hecho todo bien y conseguirte igualmente con daños en un terremoto de esta magnitud", dijo Leggat. "Esto va a ser caso por caso". Por ejemplo, si una pequeña bodega perdió una gran parte de sus cosechas podría ser devastador, de acuerdo con el encargado de la sala de degustación de la bodega Judd's Hill, Mitchael Mitchell. "Para nosotros no fue terrible", dijo Mitchell sobre el efecto del terremoto en Judd's Hill.
"La mayoría de las bodegas pueden sobreponerse a golpes", dijo Mitchell. "Pero si son pequeñas y tienen una sola cosecha, si la pierden, es el fin".