Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario que detallo a continuación: Burgui, Vidángoz, Jaurrieta, Roncesvalles, Arneguy, Arnosteguy, Artaburu, Mendive, Beorleguy, Landerre, Ahusquy, Tardets, Larrau, Laza, Isaba, Burgui.

Fueron 264 Km y unos 6.000 metros de desnivel.

Último entrenamiento, o en mi caso experimento, para la Brevet de Argeles Gazost (600 Km y 15.000 metros de desnivel) que será, si el tiempo lo permite, el próximo 5 de julio.

Sueño con realizar esa ruta del tirón (sin parar a dormir) pero conseguirlo será tan improbable como que Brad Pitt salga de su cautiverio para protagonizar el próximo show de José Luis Moreno.

Y si tan difícil lo tiene ¿no acabará usted haciendo el indio?

Probablemente sí pero, al menos, tengo que intentarlo y ya veremos a ver qué pasa. Y, como no soy muy ambicioso ni tengo grandes pretensiones, me conformo con dinamitar el siempre nocivo confort del me quedo como estoy.

Y allí ya he ganado.

Además, ¡qué diantres! Que uno quiere lo que quiere independientemente de las posibilidades de éxito, ¿acaso no anhelamos un Zaragoza campeón de la Champions Lí?.

Bueno, y en el peor de los casos siempre me quedarán los recuerdos que estas rutas preparatorias han ido dejando en el camino.

El modesto Alto de Vidángoz rinde homenaje a los presos republicanos y antifascistas que construyeron la carretera durante la dictadura franquista.

Vista parcial de Jaurrieta.

Descenso del Puerto de Ibañeta. Hay que tener mucho cuidado porque esta carretera la utilizan los peregrinos menos aventureros (también se puede cruzar a Roncesvalles por el Arnosteguy siguiendo un camino mucho más llamativo) y sepan que estos, al igual que los gases, tienden a ocupar el máximo espacio posible.

En Arneguy comienza el Col de Arnosteguy. Tiene 16 Km y salva 1.000 metros de desnivel pero tiene alguna rampa demoledora y su ascensión resulta muy laboriosa, con 4 kilómetros por encima del 10% de pendiente media. No obstante todo en él resulta espectacular.

Tras el descenso, y en un abrir y cerrar de ojos, comienza el temible Artaburu que en 8 kilómetros tiene una pendiente media del 10%. Afortunadamente las magníficas vistas hacen la ascensión un poco más distraída.

Descenso hacia Mendive.

Col de Landerre. Otro puerto francamente duro. Tiene 10 kilómetros al 8%. Aquí el calor golpeó sin piedad y me dejó, para lo que restaba de jornada, renqueante.

El Puerto de Larrau, por la vertiente de Laughibar, está considerado como el más duro de los Pirineos.

Pensaba llegar sobre las nueve pero me retrasé una hora y se me hizo de noche ya en Uztarroz.