¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Américo Valadez escriba una noticia?
Misiva de un hombre común a otro
Carta Abierta a Enrique Peña Nieto.
Presente:
Seré breve. Mi nombre no interesa, lo que importa es que no le pido que se vaya, eso sería impensable; hoy más que nunca, como se está pasando dicha crisis. Se dice que la mayoría de la población no le es agradable que este ahí. Pero es el momento de cambiar esa imagen que se tiene aquí y allá.
Mucha gente necesita de la ayuda más indispensable; muchos voluntarios hacen lo imposible por mantener el orden en su labor, pero la ayuda ha llegado a su límite. Existen campamentos en muchos puntos, pese a los escases de alimento y laboristas, siguen apoyando a esto hombre y mujeres en seguir las labores de rescate.
En mis tiempos de niño, el ser saludado por un presidente (de su nación), era un orgullo, pese a ser duramente criticados en los medios o entre el hombre común. Espero sentir ese orgullo su nos encontremos aquí o por allá, en un futuro no muy lejano.
Misiva de un hombre común a otro
Usted sabe algo más que nosotros -tal vez-, ignoramos: ¡Eso no importa! Lo importante es momento; tal vez, usted, en alguna época de su vida tuvo sueños, admiró a alguien: Ya sea de papel y tinta, o real. ¿Tal vez aun lo sueñe?
Si viera como fui atendido por esta personas, no tendría palabras para describir dicha emosión. Me gustaría decirle más cosas...
Se lo pido, no como mexicano, sino como un ciudadano del mundo, un habitante del cosmos, que ha sido testigo de este trance. Quizás, lo sienta en su momento.
Me despido, de usted señor, sin antes citar las palabras de alguien que admiro por su objetividad:
¡Buenas noches y buena suerte!
¡Gracias!