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La identidad social de una nación puede extinguirse de varios modos, también forzosamente y con las leyes de un estado. El adn social es familia y el pueblo, su cuerpo
Excelentísima Presidente de la Nación:
De mi mayor consideración:
Entiendo que un presidente debe sentirse casi siempre como debajo de la espada de Damocles, y más en esta argentina tumultuosa donde no terminamos de ponernos de acuerdo en los principios de convivencia en paz más elementales. Pienso que porque somos un país de carácter controversial, una democracia joven, un estado vulnerable y una nación débil. Pero nada, nada de esto justifica la indiferencia a una realidad tan prístina como lo es el desparpajo que tienen algunos sectores pseudo progre infiltrados en el congreso y en los tribunales que no cesan de llenar vacíos legales con chatarra jurídica y legislaciones que comprometen nuestra integridad civil como ciudadanos de esta nación. No podemos hacer un per saltum social por encima de miles y miles de familias que YA han apostado a principios de convivencia en paz no a pactos espurios. Mayoría parlamentaria en diputados o en senadores no significa precisamente la representación de la mitad más uno; no somos river y boca. Ud debe tomar partido en este asunto y no soslayar el valor como legado que tiene su voto o su veto al proyecto de ley que la comunidad homosexual pretende imponernos a todos . A Ud. le compete dejarnos un legado histórico, un legado político, un legado pedagógico, un legado moral como herencia de su política de estado. Ud. no pude permitir que profanen la imagen de matrimonio que representa para todas las familia argentina. Con esta ley vamos a varios puntos sin retorno. No nos obligue a darle licencias a nuestros hijos que están por encima de nuestros legados éticos y morales, por encima de nuestros principios, premisas cívicas, credos. Ya tenemos como sociedad demasiados conflictos de convivencia actuales en nuestras familias, incompatibilidades, familias combinadas, leyes de adopción sin resolver y además le sumamos esta contradicción a los más jóvenes y a los niños. Por Dios, intervenga, Dios se lo va a reconocer aquí y ahora.
Hable con sus senadores y con los senadores de sus oposición partidaria, asuma esta responsabilidad con madurez y determinación. Carácter para hacerlo, no le falta. Es probable que esta opción la ayude a fortalecer su perfil político en el futuro y no está mal, pero lo más importante que hará será identificarse con un estado argentino que fue formado sobre postulados de familia, sobre sacrificios de miles de familias, también aquellas familias que resignaron sus hijos al genocidio y también aquellas que cedieron sus hijos a la guerra y también aquellas que sostienen la pobreza de otros, y también aquellas que callan cada día y van a sus trabajos esperando mejoras, confiando en Ud. Hágalo por todos ellos y los que vendrán después de ellos hablaran de Ud. con respeto, con admiración, y con justicia social. Anímese. Somos la mayoría los que pensamos de este modo. Entonces las pesadillas con espadas que se ciernen sobre su cabeza ya no volverán y su dormir será placentero, y podrá mirar a las familias a los ojos sin temor a reproches.
No adhiera a la moral relativa del posmodernismo. Esta condición no puede volverse una ley magna
Si lo hace, Gracias. Si no, que Dios y la patria se lo demanden.
Nota: Los avisos comerciales colgados en esta página no significan ni representan necesariamente mi posición ética. Es pura decisión y competencia de globedia-google-adsense.
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