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Las claves de cuatro dígitos más conocidas y utilizadas son 1234, 0000 y 1111. Este tipo de contraseñas, o PIN (Personal Identification Numbers), son usadas regularmente para acceder a servicios bancarios que no aceptan contraseñas alfanuméricas. Pero, ¿cuáles son las claves menos comunes? Un estudio lo revela.
De acuerdo a un estudio de Data Genetics, la contraseña menos común es 8068. La empresa analizó 3, 4 millones de contraseñas de cuatro dígitos, entre las que se encontraban representadas todas las combinaciones entre 0000 y 9999 y descubrió que la combinación 8068 solamente apareció 25 veces (el 0, 000744% de los casos).
Entre las combinaciones menos usadas también se encuentran el 8093 (2do lugar), 9629 (3er lugar), 6835 (4to lugar) y 7637 (5to lugar).
La combinación 1234 sigue siendo la más utilizada (10, 713% de los casos), seguida de 1111 y 0000. Quienes usen estas claves deberían cambiarlas a la brevedad, puesto que se encuentran en el top ten de las claves más comunes.
Los responsables del estudio han aconsejado a los que quieran cambiar su contraseña que no elijan la clave 8068. Nick Berry, presidente de Data Genetics, recordó que "los delincuentes informáticos también pueden leer".
Algunas instituciones bancarias han tomado precauciones para ayudar a sus clientes impidiendo que, al asignar una clave, repitan un número en forma consecutiva, o asignen una serie numérica ascendente o descendente.
Sin embargo, los usuarios siguen cometiendo errores como utilizar su año de nacimiento, lo que reduce considerablemente la seguridad de su contraseña. Esto quedó demostrado en el estudio, ya que las contraseñas del estilo "19xx", alcanzaban el 20% del total de la muestra.
Al establecer una contraseña de cuatro dígitos hay que tener en mente que tenemos la posibilidad de elegir entre 10.000 combinaciones numéricas. Esto significa un amplio espectro, de forma que es posible elegir una que sea fácil de recordar y que, al mismo tiempo, no aluda a ningún dato personal o utilice formato de fecha.
Cabe mencionar que Data Genetics basó su estudio en datos de listas de contraseñas expuestas debido a brechas de seguridad.
