Todo el día estuvo lloviendo de a ratos, poquito, como si nos estuviera poniendo a prueba. Por fin se largó, por fincasiúltimodíadelaño. La pucha ché, cuánta persona que pasa silbando bajo, cuánto que se cree la señorabienvestiday el tipo de azul. Y sus hijos, ni hablar de sus hijos. Qué felices que están llenando de billetes a la kiosquera a la cual le robaron el otro día y la cana, teniendo todos los datos precisos de las ladronas, no hizo nada. Piro-tecnia. Pi-ro-tec-nia. ¿Cómo festejarán en Irak?

Los de Pago Fácil le querían sacar la casa hipotecada... pobre mina.

Pero todos festejan, nadie tiene derecho a estar triste hoy.No, no, vos tampoco, flaquita.

El vientito se va refrescando, qué lindo aire entra por la ventana. Pero cuántos personajes pasan hablando esas cosas que prefiero no escuchar. Qué dios los ilumine. Así les va a ir. Soy un corderito a la deriva, decía mi abuela. Todo porque no creo en él.

Ya tengo el libro casi listo. Unas semanitas más, nomás. Un verso sin esfuerzo. Aunque vale más un esfuerzo sin verso. Y, aunque de bronca saberlo, está mal. Por que no es un verso, es una rima. Y la rima se pierde si se suplanta por verso.

Desde la hermosa corporación con la que trabajaba hasta hace mes y medio y contra la cual hoy lucho, me siguen cagando.Sé que les voy a ganar.

¿Cuántos muertos tuvimos este año?No, digo muertos de verdad, nada de famosos. Ahí están las señoras y sus tacos y los señores y sus corbatas erectas por el calor. Hay cosas que ya no se aguantan más. No aguanto más los crucifijos, las campanadas (que ya no escucho) ni las carteras de cuero.

Ché, hay gente más allá de tus lujos. Más allá de las noticias. Porque hoy, no nos vamos a mentir, un tipo que vive en la calle o un chico que se muere de hambre ya no es noticia.

Noticias... noticias eran las de antes. Noticia fue la guerra fría. Noticia fue Malvinas o los viajes al espacio de Menem. A Japón en una hora, ja.Estamos ganando, ja. Capitalismo versus comunismo, ja.

Pero acá estamos. Tenemos un montón de cosas positivas. La ciencia avanzó muchísimo. La brecha entre las clases sociales también.

¿Y wikileaks? ¿Así que le borraron la sonrisa de un plumazo a Sebastián? Qué alegría. Pero, a fin de cuentas, ¿a quién le importa lo que piensan los yanquis? Claro, a Sebastián, por ejemplo. O a Fontevecchia.

Se calmó la lluvia. Fue otro amague nada más, hasta lasprecipitacionesnos toman el pelo.