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La reciente Cumbre de la OTAN en Madrid, ha dejado un saldo deficitario en inteligencia europea y una sobrada vanidad de vanidades para vergüenza del planeta y ridículo de los medios de comunicación
Alguien recordó estos días aquella manida frase de “Es la economía estúpido” y ciertamente es eso, la economía, la economía que determina el quehacer político y termina en guerra cuando no se respeta al vecindario.
Alguien no ha entendido el mensaje y muchos se han sumado a ese otro mensaje errado de “la culpa la tienen Rusia y China”, la suma de habitantes de los países de la OTAN y sus aliados, es ridícula frente a la suma de habitantes de los BRICS.
La agonía del Tío Sam requiere de mercados que sean capaces de sostener su elevado endeudamiento (más de mil billones de dólares) y para eso necesita deshacerse de cualquiera que le haga la competencia en primer lugar léase China, en segundo lugar léase Rusia…
No se trata de la guerra, se trata de vender los caros y sofisticados productos militares que vende el Tío Sam a sus aliados, se trata de que el Tío Sam sea el principal vendedor de petróleo y sus derivados a sus aliados, se trata de dominar los mercados.
Se trata de impedir que China se convierta en la primera economía del planeta, se trata de expulsar a Rusia del mercado europeo y “cortar” los oleoductos y gasoductos que hasta ayer abastecían a Europa, se trata de un expolio a favor del Tío Sam, que ahora vende más caro a Europa lo que antes vendía más barato Rusia.
Se trata de impedir la presencia de los BRICS en los mercados de los países de la OTAN y sus aliados, se trata de desprestigiarlos bajo la acusación de ser regímenes totalitarios o antidemocráticos, cuando en realidad son la competencia en el libre mercado.
La OTAN es el brazo armado del capitalismo salvaje
Estamos ante una agresión en toda regla contra los países “emergentes” que se niegan a ser vasallos del Tío Sam y someterse a sus decisiones.
Estamos ante una Europa que rinde vasallaje al Tío Sam en su agonía imperialista a punto de ser desbancada como la primera economía del planeta.
No habrá tercera guerra mundial, esa amenaza, es tan sólo un chantaje emocional aplicado a la memoria colectiva de Europa, que siempre ha pagado la factura de las guerras colonialistas e imperialistas y no habrá tal guerra porque el “enemigo” no la va a iniciar, no la desea, ni la está planteando, salvo la escaramuza de Ucrania, que es la respuesta a las “agresiones” de la OTAN contra Rusia tras la disolución de la URSS, después de que el Tío Sam fagocitara a los antiguos aliados de Rusia.
Estados Unidos se empeña en volver al lenguaje de la Guerra Fría, con acusaciones y amenazas, las primeras indemostrables y las segundas insostenibles, pero que le sirven de argumento para su política imperialista frente a sus vasallos, entre los que obviamente se incluye Europa, a los que pretende mantener como fieles seguidores de sus sueños de gendarme del planeta.
Baste recordar las palabras de Ho Chi Minh cuando decía aquello de que “hoy la hormiguita se mide con el elefante, mañana el elefante se quedará sin tripas”.
Y así fue en Vietnam y así fue en Afganistán, el tan cacareado mejor ejército del mundo, no ha ganado ni una sola guerra, eso sí, ha destrozado a pequeños países a los que ha invadido para hacerse con sus riquezas, como en Irak o Libia, ha intervenido militarmente y sin contestación por parte de los “defensores de la democracia” en muchas ocasiones con la escusa de salvaguardar los Derechos Humanos que pisotea a sus propios ciudadanos.
La Cumbre de la OTAN en Madrid, fue el espectáculo del pavo real pavoneándose en el jardín, para deslumbrar a los mirones, nada nuevo bajo el sol, “nosotros somos los buenos y ellos son los malos”.
Mientras tanto África se desangra emigrando a la Europa que expolia sus riquezas y los EE.UU. pasa de los 60 millones de hispanos, que alimentan el ejército de mano de obra barata para su industria y para sus Fuerzas Armadas.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro