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La Ley de Educación Nacional exige que el Estado garantice “igualdad de oportunidades y posibilidades, sin desequilibrios regionales ni inequidades sociales”. Seguirá el ingreso por examen en el Belgrano
La Ley de Educación Nacional exige que el Estado garantice “igualdad de oportunidades y posibilidades, sin desequilibrios regionales ni inequidades sociales”, y “la inclusión educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad”.
La anterior conducción de la Escuela de Comercio Manuel Belgrano se aferró a ese texto para impulsar un proyecto tendiente a cambiar el régimen de ingreso por orden de mérito (examen) por uno basado en sorteo.
En ese momento, Carolina Scotto era la rectora de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) –entidad de la que depende la Escuela Belgrano– y si bien nunca dijo explícitamente que estuviese a favor del sorteo, sí se pronunció partidaria de un régimen de admisión “más inclusivo”.
Con ese “guiño”, el entonces director de la escuela, Sixto Reyes, respaldado por docentes, estudiantes y preceptores, dio forma a un proyecto que se aprobó en una tumultuosa sesión del Consejo Asesor del establecimiento, en marzo de 2012, con una votación dividida de 11 a 6.
Inclusión
La idea de Reyes y compañía era generar un cambio en los planes de estudios, que incluía un fuerte apoyo a los ingresantes por sorteo, para que pudiesen alcanzar el nivel académico necesario en función de la propuesta pedagógica de la escuela.
Uno de los argumentos en ese sentido era que había que abolir la necesidad de tener que pagar una academia privada para poder aprobar el examen. Circunstancia imposible para chicos de los sectores más vulnerables.
Pese a que el proyecto finalmente se aprobó, quedó flotando en el aire la sensación de que los opositores a esta iniciativa –con gran apoyo de padres de alumnos– no iban a quedarse de brazos cruzados.
La aprobación final del proyecto quedó en manos del Consejo Superior, un cuerpo que se mueve políticamente. El grupo “pro sorteo” no supo encontrar allí los intérpretes indicados para consolidar la iniciativa, que terminó diluyéndose.
Hoy, los mentores del sorteo en la escuela están desarticulados políticamente y los estudiantes no quieren enfrentarse a la actual conducción del Belgrano.
La pelota está ahora en el campo de la nueva gestión del establecimiento. Tiene todas las fichas para seguir con el ingreso por orden de mérito.
El desafío es lograr que ese sistema no sea incompatible con lo que postula la ley. En un mes se sabrá si la propuesta elegida supera todas las controversias.