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La revolución científico técnica. Procesos desinformativos y de desculturalización
Hasta tres días antes del fatídico “once de septiembre de 2001”, otra era la realidad pólitica-social a nivel mundial la que se estaba viviendo.
Más allá, de estar convencida de que muchas cosas no van a cambiar, sí creo que el panorama es aún más desalentador que entonces.
Los impactos de la revolución científico técnica que caracterizan a esta época, seguirán dando mayor potencial a los países de la Gran Asia Oriental, a excepción hecha de Rusia y en menor medida a la Unión Europea y a los Estados Unidos.
Es obvio que África y Sudamérica, directamente, no cuentan en este desarrollo, manteniendo su categoría de continentes de experimentación y explotación por parte de los grandes acreedores y aún hoy, con mayor sofisticación, de colonias imperialistas.
Siempre mantuve el convencimiento de que con posterioridad a los procesos dictatoriales y a las democracias concedidas con dependencia económica, seguirían procesos de sometimiento de contenido más sutil, tal vez
por aquello de que tanto va el cántaro a la fuente....que al final hasta el idiota se da cuenta.
Los procesos desinformativos y de descuturalización, iniciados en nuestro país a partir de la década del sesenta, han tenido el éxito evidente del poder imperialista. Hoy, que toda la población norteamericana, actúa tal y como previera Orwell en ‘1984’, donde la publicidad y la manipulación mental de los seres
humanos, que ya pusiera en evidencia Vanz Packard en la década del cincuenta, es tan extendida, el panorama futuro luce más que oscuro.
No obstante ello, más allá de creer que existen algunas pàutas para impulsar una reformulación social y económica, de redistribución de la riqueza, de educación democratizadora con características de respeto a las identidades culturales, de ética solidaria y cooperativismo, tal como dijera al principio, reivindicando los proyectos de nuestros padres libertadores para la unidad del continente, sobre todo, del arteramente silenciado por nuestros maestros, SIMON RODRIGUEZ, ilustre e ilustrado tutor y maestro del gran prócerde nuestra América del Sur Simón Bolivar, creo en el potencial del agente multiplicador que debemos mantener diariamente y con todos y cada uno de los que nos rodean. En cada casa, en cada escuela, en cada oportunidad que se nos presente. El recupero constante de la identidad nacional.
No es temerario, pensar que, aún cuando tenemos una generación desaparecida y aún nos persigue la paranoria, debemos hacerles saber que no somos ni tan pocos, ni tan tontos.
Desde lo político, las últimas elecciones demostraron el descontento con la política y sus exponentes, por lo que, tal como dijera una mujer de este país, no veo muy lejano el día en que ‘avanzaremos con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigente por delante’.
Y en cuanto a nosostros: ...’Argentinos…, a las cosas’.........(Ortega y Gasset)
Los sucesos del 11 de septiembre de 2001, me llevan al convencimiento de que poco tienen que ver con el terrorismo islámico y aún, si así fuera, los EUA, han tenido una activa participación en ello, probablemente por omisión y no por desconocimiento de lo que iba a suceder.
Esta circunstancia otorga, nuevamente, al país del norte la posibilidad de reformular su estrategia de dominación.
Si hasta ayer, se veía endeudado, con escasas y casi nulas probabilidades de efectivizar las acreencias obtenidas de los países periféricos. Con cuantiosos depósitos árabes en sus arcas. Con polos de poder crecientes: la Unión Europea, China y Japón, que limitan su poderío. Con los países árabes, cada vez más des-
occidentalizados y más aferrados a su identidad religiosa. Con un Méjico que avanza a través de sus fronteras, sin importar cuantos quedan en el camino.
Con la invasión creciente, desde el sur, del lenguaje latinoamericano, el famoso ‘slang’, cada vez más hispánico. Con carteles de narcotráfico que, adquieren autonomía y burlan a los financistas que los solventaban. Con los gobernantes corruptos, que estratégicamente posicionaron en los países periféricos, que al ser traidores con su propio pueblo, mantienen su tradición traicionera y también les roban a ellos, a los ‘hegemónicos’ (quien es traidor, lo es siempre; contigo y conmigo).
¿Desde qué lógica se pordía recuperar el dominio? ¿Cómo iniciar una nueva etapa?
A través de una nueva guerra ‘contra el reino del mal’. Esta película ya la vimos, ¿o acaso no fue Reagan el que dijo las mismas palabras?.
Esta vez una guerra, con grandes visos de ilegalidad, con un agresor que es indefinido. Bin Laden en ningún momento asumió la responsabilidad del hecho. ¿Qué necesidad tenía de negarlo, si hubiera sido el autor? Atacar los puntos más emblemáticos de EUA ¿no habría sido llegar al apogeo de su prédica anti-occidental?
Lo terrible de todo esto es que, la reacción –o acción- de EUA, era predecible, pero al decir del Dr. Baltasar Garzón (Juez Español), ‘la sumisión simiesca de todos no era previsible’.
Hoy EUA, China y Rusia aparecen como socios estratégicos....el supuesto enemigo común alió a Washington y Beijin, cuando seis meses atrás sostenían una de las peores crisis en sus relaciones bilaterales. Digo, ¿desde dónde o desde cuándo, el terrorismo islámico estuvo dirigido a la cultura oriental?
Esto que posibilita, ¿embargo de los cuantiosos depósitos árabes?, ¿apropiación de los recursos petroleros? ¿nueva preponderancia de las transnacionales duras? ¿aniquilamiento de parte de los 3.500 millones de ‘población sobrante absoluta’, según una de las mejores soluciones malthusianas?
...al decir del Dr. Baltasar Garzón (Juez Español), ‘la sumisión simiesca de todos no era previsible’
Misil va.....Antrax viene.....
Insisto, esta película ya la vimos.
Y en cuanto a nosostros: ...’Argentinos…, a las cosas’.........(Ortega y Gasset).