Se acerca el día en que los deportistas saldrán a la arena a competir por su medalla dorada y las medidas de seguridad se comienzan a incrementar en Gran Bretaña y como anticipamos ayer con la noticia sobre el despliegue de baterías antimisiles medida que aunque parece exagerada, la captura de seis presuntos terroristas empequeñece. La noticia de que la policía británica detuvo a seis personas acusadas de estar preparando atentados en Londres a sólo tres semanas del comienzo de los Juegos Olímpicos, dio rápidamente la vuelta al mundo.

Según la versión oficial los arrestados son sospechosos de "incitar, preparar y encargar actos terroristas", no se les encontró vinculación directa con los Juegos y la cadena británica BBC informó de que no existe presunción de que representaran un riesgo por un inminente atentado.

La misma BBC, sin embargo, sostiene la versión de que los detenidos pueden pertenecer al terrorismo islámico y Scotland Yard calificó el operativo de "importante".

La policía irrumpió por la mañana en ocho viviendas y un local comercial, tras lo cual un joven sospechoso de 24 años resultó herido leve con una pistola eléctrica. Los detenidos son cinco hombres y una mujer de entre 18 y 30 años, informó la agencia de noticias DPA.

La policía británica, que reforzó todas las medidas de prevención con el objetivo de garantizar la máxima seguridad para los Juegos Olímpicos que comenzarán a fin de mes, realizó en los últimos meses varias redadas antiterroristas con detenciones, pero muchos de los sospechosos fueron luego dejados en libertad.

Las leyes antiterroristas británicas permiten la intervención policial en un estadio temprano de las investigaciones.