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En lo que va del año, el aumento acumulado de los precios de los cigarrillos asciende a 55%, lo que ha implicado un desajuste en el presupuesto de los fumadores pero también una enorme caída en la venta dado que los comerciantes sacando provecho, le adicionan otro precio
Resulta inescrupulosa, la actitud corrupta de los comerciantes minoristas abocados a la venta de cigarrillos y que evadiendo impuestos, cobran un sobre precio al valor de los cigarrillos. Y no solo eso, muchos supermercados chinos, se dedican ilegalmente a la venta de estos productos, cuando no tienen habilitación municipal para comercializadlos.
La culpa de estos abusos, los tienen desde la Secretaría de Comercio hasta la AFIP, pasando lógicamente, por la Dirección de Inspecciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que no realiza las fiscalizaciones debidamente como es de especial actividad de ese organismo.
Los comercios minosistas de maxikioscos, locutorios (ciberlocutorios), Cadenas de quioscos y Supermercados Chinos, se aprovechan desde hace varios años de esta situación de falta fehaciente de un control genuino sobre sus actividades en las que inclusive, el estado debería imponer más controles, dado que también se comercializan cigarrillos de procedencia extranjera y dicho sea de paso, falsos.
La falta de controles, provoca en sí, un grave perjuicio impositivo a la AFIP por la comercialización con sobreprecios y por otro lado, a la Salud Pública, dado que no se controla que tipo de mercaderias son comercializadas y si en realidad su procedencia es legítima o falsificada. O por su vez, mercadería que pudiera provenir de ilícitos como, procedentes de los llamados robos realizados por "piratas del azfalto".
Los kiosqueros deshonestos, se aprovechan de la necesidad de los consumidores para sobre cargarles el precio de los cigarriloos a la hora de efectuar las ventas
Esta es una de las listas genuinas de precios oficiales de venta al público de las marquillas de cigarrillos pero, los comercios Markets Chinos o diferentes quioscos inclusive los instalados en estaciones de trenes y terminales de micros, los encarecen inescrupulosamente entre $2 y $5 por unidad sobre el precio real de las tabacaleras para la venta al consumidor final.
De esta manera, estos corruptos comerciantes, aprovechadores que muchas veces ni siquiera tienen entrada legal al país, o se manejan entre las sombras con las autoridades que hacen la vista gorda, castigan doblemente a los consumidores de esta sustancia tan antigua como el folcklore en el país.
Sería bueno que de una vez por todas, alguien se ponga los pantalones como se debe y les apliquen las multas y clausuras pertinentes a los comerciantes deshonestos y aprovechadores que no solo estafan al cliente, más que también concurren en un delito grave como la evasión impositiva, cobrando sobreprecio en las mercaderias con precios fijados y ocultando esa calidad al fisco nacional. Por su vez, Muchos de estos corruptos comerciantes, no tienen habilitación municipal para comercializar tabaco y afines, por lo que de más está aclararlo, Argentina sigue siendo el país de la joda.