Carolina fue a retirar una importante suma de dinero al Banco Santander Río, su bebé la acompañaba en la panza, (por si alguno no entiende lo que significa estar embarazada) El dinero significaba la compra de su casa, la realidad de sus sueños que compartiría junto a su futuro bebé que estaba por nacer y su esposo, realmente una historia de ensueños.

Lo que Carolina no sabía ni en sueños era la trampa mortal que se armaría en torno a ella, no algo casual, ni una situación que se presentaría al boleo, sino un compló pensado y estudiado, perpetrado por una banda de delincuentes organizada, cada uno sabía perfectamente la función que le correspondía, empezando por un entregador, supuesta mente desde dentro del mismo Banco.

Habría un marcador, un individuo que estaría al acecho merodeando por el Banco a la espera de la macabra señal, este trasladaría la marca de la víctima hasta la puerta del local para señalarla sin modo de equibocación a los otros delincuentes que esperaban afuera, dos la seguirían en una moto, y además habría un coche de apoyo.

En el lugar apropiado toman a la víctima, le extraen por la fuerza el dinero que ya sabían que había retirado del Banco, la toman con violencia sin escuchar sus ruegos y sus dichos de que estaba embarazada, en el suelo le apuntan a la boca y le disparan el arma sin piedad.

A la mujer le realizan una cesárea forzosa para sacar al bebé quien después de varios días de luchar por su vida dice basta y se va, la mujer queda en estado delicado en terapia intensiva y con respirador, sin saber que su bebé murió.

Frente a esta situación dramática, se abre el debate, cómo si justicia se tratara justamente de eso, debates y más debates, cómo en el fútbol, como en la política, cómo si lo jurídico se tratara solo de eso, debates, y no de lo que le pasa a la gente, no lo que le pasó a Isidro, el bebé, o lo que le pasa a Carolina, la mujer salvajemente herida.

Se debate si la muerte de Isidro significa, homicidio o aborto, porque tuvieron que hacerle cesárea a la mujer, el delincuente no tubo intención de matar al bebé, según algunos jueces, (nada más que le rebentó la cara a tiros a la madre). Realmente la justicia Argentina da risa y no es de extrañar que esté pasando lo que pasa. Mientras los jueces están en debate, muere gente cada día, cada hora por causa de la delincuencia en todo el país.

Después de todo el plan macabro que armaron, donde se ve clarísimo la intención de matar que hubo en el hecho, el delincuente fue directamente a buscar la plata y matar, y quien mata a una mujer embarazada mata a su hijo que esta en el vientre, ¿Cómo pueden decir que el delincuente no tubo intención de matar al bebé? El bebé no le importaba porque el bebé nunca lo iba a poder reconocer, tiró a quien podría recordar los pasos dados en el banco y reconstruir el hecho, el bebé no le importó, simplemente lo dió por muerto junto con la madre.

Una cosa más para los jueces argentinos, frente a esta situación de tanta sangre fría, que hasta donde un fiscal afirmó no haber presenciado jamás un caso así en un robo, situación que no se ve ni en la mafia china, ni en Al Capone, los juristas argentinos tienen ánimo de hacer debates, claro, quizá; acostumbrados a estas cosas, a proceder con tanta sangre fría, y a negociar con la desgracia ajena, los juristas hoy tienen deseos de hacer debates, lamentablemente para Isidro no hubo un debate, lo que simplemente se planeó fue en que momento irían a matar, si al salir del Banco o unos metros más allá.