Los obispos italianos, sufrieron un acto fallido y quedaron en evidencia al emitir un comunicado en el que daban las gracias a Dios por la elección del arzobispo de Milán, Angelo Scola, como nuevo Papa. Sin darse cuenta o negando que el nuevo Papa elegido era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

Minutos después que el nuevo Papa Francisco I, se dirija a la multitud en el balcón de la Basílica de San Pedro un mensaje fue enviado a los medios de comunicación saludando a Angelo Scola como el sucesor de Benedicto XVI.

Mariano Crociata, secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, intento solucionar el error lo más rápido posible. Envió otro comunicado, pero no había solución. El mensaje se había propagado por los medios italianos.

Muchos consideraban a Scola como el candidato con más opciones a ser nombrado papa en el periodo previo al cónclave.

Los periódicos y la Conferencia Episcopal Italiana parecen haber hecho caso omiso de la advertencia del dicho italiano según el cual los favoritos en un cónclave papal a menudo se ven decepcionados.

‘El que entra en un cónclave como papa, sale como cardenal’, reza el refrán.