Llegas a un acuerdo con otra persona en la que se cambia un producto a cambio de dinero y surgen las dudas sobre cómo hacer un pago seguro. ¿Quién da el primer paso a la hora de intercambiar una cosa por otra? ¿Se paga y luego se recibe el producto o al revés? Esta duda ha estado en la mente de cualquier persona que se haya encontrado en esta situación por miedo a ser estafado y, vista la cantidad de fraudes que hay día a día, es normal.

La solución de toda la vida ha sido intercambiar una cosa por otra a la vez. En un mundo globalizado como el de ahora esto es más difícil, ya que puedes comprar algo a mil kilómetros de distancia fácilmente. Gracias al método escrow se recupera la esencia de toda la vida pero, sobre todo, la seguridad en el pago entre particulares.

El contrato por escrow está bastante arraigado en los países anglosajones y recientemente se está expandiendo a países como España

El escrow consiste en que el comprador no paga directamente al vendedor, sino que deja el dinero en una cuenta de un tercero en depósito o fidecomiso. El dinero no se transfiere de esa cuenta a la del vendedor hasta que el comprador recibe el producto y comprueba que todo está correcto. También es usual que la persona que comprueba que el producto es como se había acordado sea ajena a la operación para dotar el pago de objetividad. Si se decidiera que el artículo no es correcto, se devuelve al vendedor y el dinero volvería al comprador.

El contrato por escrow está bastante arraigado en los países anglosajones y recientemente se está expandiendo a países como España con algunas aplicaciones de pago y cobro seguro, aprovechando que la compraventa de artículos de segunda mano en plataformas como Wallapop está muy de moda.

El escrow consiste en que el comprador no paga directamente al vendedor, sino que deja el dinero en una cuenta de un tercero en depósito