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Escucha tu interior

12/06/2010 06:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Si vivimos con integridad lograremos más armonía en nosotros mismos, con el resto de los seres y la naturaleza; esta actitud redundará en múltiples beneficios, para nosotros y nuestro entorno

Si nos planteamos vivir con integridad espiritual debemos tener claro qué se entiende con estos términos. Si observamos los sentimientos que albergamos en nuestro interior y ajustamos nuestro accionar a ellos seremos plenamente honestos y auténticos. Nos mostraremos tal como somos, no tendremos temor de expresar nuestras ideas y viviremos sin necesidad de máscaras. Un componente de ésta es la congruencia en que nada está en contradicción con lo que se piensa o se hace, realmente resultamos ser seres “de una sola pieza”; no hay conflicto consigo mismo en ningún nivel del ser, por lo tanto es imposible que se presente conflicto con nada o nadie, puesto que este es producto del autoengaño y éste es deshonestidad.

La mayor parte de nuestra vida la invertimos en actividades que no están de acuerdo con nuestro ser esencial, huyendo, de esta forma, de la realidad y sirviendo esto sólo para nutrir nuestro ego. Esto nos produce una desconexión con nuestra conciencia divina generando, a su vez, circunstancias y situaciones que llevan a la desdicha, depresión y enfermedad; estas son el resultado de vivir sin sinceridad y sin amor, haciendo de la explotación del ser humano y de la naturaleza la forma habitual de nuestro accionar. Habitualmente, tomamos de nuestro entorno más de lo necesitamos para vivir, fruto de nuestro sentimiento de escasez. l

En nuestro interior brilla el diamante de la sabiduría, la paz y el amor; es algo intrínseco del ser humano, algo con lo que todos nacemos y que en algún momento de nuestro sendero vital perdemos o, mejor dicho, olvidamos que poseemos; reconectándonos con nuestro interior podemos rescatarlo. Guiados por estos sentimientos sólo podemos comportarnos como seres de luz, creadores de prosperidad, fraternidad y amor en nuestro entorno.

En la medida que vivamos de acuerdo al dictado de nuestro corazón y en el presente, sin anclarnos en el pasado ni preocuparnos por el futuro seremos uno con la conciencia divina; se manifestará la chispa divina que está en nuestro interior y que sólo aspira al bienestar y felicidad de nuestros hermanos y demás criaturas. Viviendo auténticamente nuestro accionar nos hará felices, y de esto se derivará el respeto absoluto por los derechos de nuestros congéneres a pesar de sus diferencias para con nosotros. No pesarán las diferencias raciales, religiosas, culturales ni de nivel económico; puesto que a nivel del ser todos somos iguales. Surgirá una profunda compasión cuando descubramos que compartimos sufrimientos y frustraciones con nuestros hermanos. Nuestra acción será armónica y bella; gradualmente iremos comprendiendo quiénes somos y la misión que hemos venido a cumplir en nuestro mundo y la vida se tornará muy simple. Viviendo de acuerdo a los dictados de nuestro maestro interior la vida será plena y desterraremos el odio y las guerras fruto de la no aceptación de las diferencias y de la ambición. Al vivir auténticamente, según los dictados de nuestro interior y nuestras actitudes naturales seremos creadores de belleza. La alegría será una bendición de nuestro diario vivir, para nosotros y para todos aquellos que formen parte de nuestro entorno. Si nos gustan las plantas seremos un jardinero realizado y viviremos y disfrutaremos, ajenos a la opinión del entorno o a especulaciones económicas, que tanto daño hacen a la sociedad y a los individuos. Además, como ya dijimos, esta actitud revaloriza la importancia de vivir el presente, eliminando todo el dolor y odio que produce vivir en el pasado o en el futuro. El amor, que es la fragancia del alma, tocará a todos los seres que nos rodeen.


Sobre esta noticia

Autor:
Delia Checa (46 noticias)
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Tipo:
Opinión
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