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El qué se enseña y aprende en las instituciones escolares es una de la principales aristas del problema educativo
¿Qué escuela encontramos hoy?
Los expertos vienen anunciando sobre la urgente necesidad de desarrollar el pensamiento crítico, poner énfasis en los cambios, ser portadores de conocimiento e inteligencia, en beneficio de la liberación. Recordemos la palabras de Paul Fraire en la pedagogía del oprimido, «como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación» (1) Ciertamente, y aunque se dice que vivimos la era de la tecnología, el conocimiento y el aprendizaje permanente, ocurre que el educador no puede aplicar su propio conocimiento, sino que está condicionado, limitado por el los diseños curriculares impuesto . La educación sin dudas fue pensada desde un “sistema escolar”, para dar ordenamiento, disciplinamiento, impulsada y acompañada de ciertas ideologías.
El autor José Luis Lens en su libro señala. “Lamentablemente, este carácter ordenador, disciplinador y reproductor de los valores dominantes que posee el sistema educativo, está totalmente naturalizado en nuestras sociedades y en el mundo, salvo las esporádicas y excepcionales voces críticas que lo denuncian y luchan, como pueden, por superarlo. Y todo aquello que está naturalizado, por supuesto, se acepta sin más, no es un problema, no se discute” (2)
Por lo cual vale preguntarnos ¿Cómo problematizar los contenidos programáticos de las asignaturas escolares?
En la educación escolar se cultiva el pensamiento conceptual, analítico, sintético, exploratorio, conectivo, sistémico, crítico, creativo, argumentativo, inquisitivo, … lo agravante es que el sistema educativo oficial se convierte las disciplinas de un curriculum escolar, lo que sufre un proceso de esterilización ideológica severo a los efectos de que los contenidos no presenten elementos que “despierten” o “puedan” despertar el espíritu crítico de los alumnos. Por eso, el problema se centra en evaluar y superar la influencia del filtro del sistema educativo oficial respecto de los temas, cuestiones y problemáticas que son convertidas en contenidos programáticos de la educación.
Y nos encontramos con una educación dentro da las “aulas” donde la obediencia parece valorarse más que la inteligencia. Es por eso que los expertos enfatizan en el pensamiento crítico y progresista, muchos de ellos hablan de “desescolarizar” otros proponen “comenzar a desnaturalizar el carácter antidemocrático, ordenador, reproductor y disciplinador del sistema educativo”.
En este proceso cada uno tiene una función primordial siendo el docente parte fundamental en esta transformación
No se trata de nivelar a los aspectos subjetivos a los intereses de los educando, no es lógico que la enseñanza se vea reducida solamente a lo que les interesa aprender, sino que debemos considerar también un conjunto de aspectos objetivos que son fundamentales. Es tan importante el tema de los contenidos, que aquellos educadores posicionados desde una visión epistemológica de la educación afirman que aquí está la esencia de la crisis de la educación. El qué se enseña y aprende en las instituciones escolares es una de la principales aristas del problema educativo. La reformulación del curriculum y la problematización de los contenidos, son, los retos de la educación del siglo XXI, lo que requiere de una voluntad política y de los docentes quienes estamos directamente relacionados con el desarrollo de los contenidos en las instituciones y en las aulas, debemos ocuparnos de las relaciones de enseñanza-aprendizaje, del cómo enseñamos y del cómo aprenden nuestros educando, llegar a problematizar los contenidos que hemos desarrollado, debemos practicar relaciones de enseñanza y aprendizaje verdaderamente dialógicas de acuerdo a los pensamientos de Fraire “nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en comunión, mediatizados por el mundo” (3).
A modo de síntesis la escuela que encontramos hoy reclama por un proceso de desnaturalización del sistema educativo, educadores críticos que problematicen los contenidos, requiere un compromiso político de los ciudadanos en el que exijan un cambio radical al estado en manos del gobierno que puede y tiene una de las llaves, para esta transformación. En este proceso de cada uno tiene una función primordial siendo el docente parte fundamental en esta transformación teniendo la absoluta decisión de tomar una postura crítica y epistemológica.
Notas
(1)Pedagogía del Oprimido. Paulo Freire1970
(2)CÓMO DEJAR DE SER UN DOCENTE BANCARIO El camino hacia la práctica de una educación verdaderamente problematizadora Autor JOSÉ LUIS LENS.
(6) Freire, 1990