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Los secretos de las grandes empresas ya no lo son. La nueva teconología que viene de Asia ha terminado con los grandes ejecutivos. El móvil que cabe en el bolsillo, los hackers y otros aparatos de alta tecnología son los que mandan
En los últimos 20 años, el espionaje industrial se ha disparado en México y en el mundo y sigue en aumento.
Google y EEUU indagan permanentemente ataques informáticos. Google ha ultimado un acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, según el Washington Post.
Pero hay que andar con ojo, sin caer en el complejo de espionitis. México recomienda el cuidado con los ejecutivos espías. El caso más reciente y que ocupa los titulares de Le Monde y los medios franceses es el de la Renault, víctima del espionaje industrial.
Allí han sido detenidos tres altos cargos de la empresa acusados de vender información confidencial y por decir más exactamente de espionaje industrial.
Al parecer habían robado información privilegiada del mayor proyecto de Renault de los últimos años: el coche eléctrico. Una inversión de más de 4.000 millones de euros en investigación y desarrollo, crucial para el futuro de la marca y que, ahora, se ve comprometida por una práctica "empresarial" tan antigua como extendida.
Pero pasamos de nuevo a las informaciones que provienen de México porque hace tiempo que en ese país en materia de espionaje industrial está lamentablemente a la cabeza.
Altos mandos de grandes empresas están con frecuencia involucrados en muchos casos de espionaje corporativo. La casa McLaren despidió al diseñador espía Mike Coughlan, el hombre en el centro del espionaje, que provocó al equipo una pérdida de 100 millones de dólares.
El famoso Eduardo Muriel, auditor mexicano en seguridad de empresas de todas dimensiones, define así al espionaje: "Obtener información de otro sin su consentimiento para beneficio de terceros".
Son innumerables las acciones ilícitas que llamamos genéricamente como espionaje industrial. Por ejemplo el robo de secretos o propiedad intelectual, chantaje, coerción, soborno, amenazas, vigilancia electrónica y computacional", y métodos más sofisticados como 'la ingeniería social', explica Joaquín Negrete, director general de Espionaje México, que dirige servicios de contraespionaje, contrainteligencia, prevención y seguridad.
Hay personas que ofrecen servicios de espionaje y obtienen información desde fuera, a través de medios de comunicación, de internet, tecnología, buscando papelería en los botes de la basura, etcétera. . En un 80% de los casos, quien obtiene la información son los mismos trabajadores de las empresas, se prestan a éste tipo de cosas, se les presenta ésta oportunidad de vida, quieren cambiar de empleo, y adquieren mayor valor para la competencia".
Algunos métodos se sirven de la ingenuidad, como aquéllos en que una empresa directamente negocia una hipotética asociación con otra, y sin que ésta se concrete, una de las partes ya está imaginando proyectos o utilizando informaciones que se barajaron en las reuniones de contacto.
Esa información de primera mano muestra cómo opera el vecino, con cuántos trabajadores de plantilla, si ha habido despidos recientes y por qué, etc y de una manera muy sencilla y rápida. El saber algo que está sucediendo en las empresas grandes, es espionaje". Nadie diría que esas tonterías son espionaje. Revelan incompetencia, falta de imaginación y de madurez para los tiempos en que vivimos. Debe haber interés sobre todas las actividades que generan mercado".
Muchas veces nos encontramos con empresas paralelas creadas por un ex alto ejecutivo que se va y crea una empresa más o menos similar o afín a lo que él estaba haciendo (en la empresa anterior), esperando tener una mayor productividad llevándose listas de clientes, de proveedores, la tecnología que utilizaba". En ocasiones puede llevarse hasta miembros del personal.
Mientras se lee este reportaje, la red computacional de la planta podría estar siendo invadida por un virus espía que algún empleado aprovechado o resentido ha sembrado en sólo unos segundos desde una unidad de almacenamiento masivo (USB) que cabe en cualquier bolsillo, cuelga de un llavero o es un accesorio de belleza, como una pulsera.
Antes había que tener cuidado con fotógrafos de periódico que van a recoger material para publicidad y aprovechan una distracción para desplegar una 'operación
La aparición del móvil con cámara fotográfica incorporada. El ideal del espía industrial, ha cambiado el panorama de esa actividad. Desde ahora todo será diferente
Pero ese espionaje artesanal que los mexicanos nos han descrito en el capítulo anterior, aun siendo útil para quienes lo practican ha quedado atrás por la aparición de los teléfonos móviles de última generación con cámara de fotos incorporada hoy usados para espionaje industrial
Desde el Primer Congreso Mundial del Móvil (Mobil World Congress) que se celebró en febrero pasado Nokia mostró la mejor cámara de fotos incorporada a un teléfono móvil. En la publicidad que acompaña se dice que estos teléfonos celulares con cámara están desempeñando papeles significativos en la prevención del crimen, el periodismo y en el mundo de los negocios como aplicaciones individuales. Reconoce que para algunos es un abuso que favorece el "voyeurismo". Hacer cumplir las in perdiciones en los móviles con cámara fotográfica ha sido imposible. Son pequeños y abundan y su uso es fácil de ocultar y disfrazar. Pero organizaciones internacionales como el Pentágono, algunas escuelas, museos y servicios de seguridad del estado los han prohibido. Y la verdad es esa el espionaje industrial ha encontrado su arma deseada. Los fabricantes importantes como Apple, Samsung, Motorola, Siemens, Sony Ericcson, y I.G.electronics los venden en la resolución que está usualmente en la gama del megapíxel.
Pero el colmo es el que ocurre a uno de los propios pioneros del móvil con cámara. Samsung Electronics, el tercer mayor fabricante de móviles del mundo y pionero de la última tecnología que permite insertar diminutas lentes en pequeños teléfonos, también los ha prohibido en los pasillos de sus oficinas y en las plantas de sus fábricas.
"Es inevitable por razones de seguridad", dijo un directivo de Samsung, que pidió no ser identificado. "Los teléfonos con cámara son prácticos y la calidad es tan buena que fácilmente pueden ser utilizados para espionaje de la industria", añadió.
Samsung – que domina el 10% de la cuota global del mercado de móviles – no es el único fabricante de teléfonos que se ha vuelto temeroso de las cámaras.
Su rival LG Electronics se enfrenta al mismo dilema en un país loco por este tipo de dispositivos, donde tres cuartos de sus 48 millones de personas lleva al menos un móvil.
No se puede decir que lo nuevos móviles hayan destronado a las cámaras ocultas disimuladas en la corbata, en un botón, en el bolso de mano, en los auriculares, etc... junto con el minigrador -espía, todos con baterías recargables. A ellos se une un producto combinación de hardware y software que permite recuperar información borrada en cualquier tarjeta SIM del móvil. Permite leer mensajes borrados, números, códigos, cualquier dato y transferir toda la información de una tarjeta SIM a otra.
Últimamente se ha creando cierta polémica con los móviles de última generación y hablaba de un cambio de hábitos por parte de algunas sociedades asiáticas avanzadas (como la japonés) en la cual estos teléfonos móviles estaban cambiando hábitos en la sociedad.
Una curiosa noticia sobre el espionaje industrial mediante el uso de este tipo de teléfonos móviles, se acaba de publicar. La noticia es la siguiente:
Las empresas coreanas, está muy preocupadas por el creciente espionaje industrial por culpa del móvil con cámara.
Terminada la II Guerra Mundial empezó la Guerra Fría. En ella no hubo armas pero si un combate entre el FBI y KGB y nació el gigante ECHELON
Las compañías de tecnología avanzada de Corea del Sur, han sido la primeras víctimas de su propio éxito, debido a las facilidades que ofrecen los nuevos móviles. El año pasado, los surcoreanos han comprado más de cuatro millones de teléfonos con cámara, y la gente toma fotografías de todo.
Hyundai Motor, el mayor fabricante de automóviles surcoreano y uno de los diez más grandes del mundo, teme que los nuevos modelos de coche que estén desarrollándose ya fuera porque se han filtrado a la competencia, Eso lo informa la Agencia Reuters.
"Estamos instalando detectores de rayos X en las entradas de nuestro centro de I+D de Namyang para bloquear la entrada de teléfonos con cámara, y también para establecer un sistema de rastreo de visitantes", dijo Jake Jang, un portavoz de Hyundai, en referencia al complejo de la compañía cercano a Seúl. Un directivo de Hyundai indicó que la compañía también prohibió el uso de móviles multifunción en sus oficinas centrales, y en las reuniones de grandes estrategias y esquemas de nuevos diseños y colores.
"Es una cuestión crítica para una compañía como nosotros, porque los móviles pueden se usan para espiar, como algunos de aquellos aparatos utilizados por el agente '007′", dijo.
La historia del arte de espiar fuera de una guerra es muy complicada y antigua. He aquí un perfil de esa actividad
Al el final de la Guerra Mundial le siguió la Guerra Fría como se denomina al enfrentamiento ideológico que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS (que ocurrió entre 1989 con la caída del muro de Berlín, la aparición de Gorbachov y el fin de la distensión(1991) que marcó el fin de la URSS), toda la maquinaria de espionaje que había sido desarrollada, perfeccionada y engrasada a lo largo de décadas, fue en su mayor parte redirigida hacia operaciones de espionaje industrial y espionaje financiero. Bill Clinton primero y posteriormente los Bush (padre e hijo), crearon y ampliaron estas actividades que ya durante los años 90 alcanzaban a intereses comerciales europeos e internacionales.
Este enfrentamiento tuvo lugar a niveles político, ideológico, económico, social, tecnológico, militar, informativo e incluso deportivo. Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto "guerra fría".
Ya tras el final de la Segunda Guerra Mundial EEUU y el Reino Unido decidieron dar un gran protagonismo al espionaje tecnológico sobre el espionaje convencional. A pesar de poseer dos de las mejores agencias de inteligencia del mundo (FBI y KGB respectivamente), ambos países dieron este paso debido al hermetismo de la Unión Soviética y el espionitis desplegado por muchos políticos norteamericanos. Y en lugar de entrenar y enviar agentes al país "enemigo" que era una tarea de gran dificultad y con frecuencia eran descubiertos al poco de su entrada, aunque no eran fusilados sino expulsados.
Con frecuencia se trataba de diplomáticos o espías camuflados con algún cargo en embajadas y consulados.
Por ello en 1947, EEUU y Gran Bretaña y sus aliados anglofonos crearon la "Red Echelon", un servicio de espionaje con capacidad para infiltrarse en las instituciones rusas. Existen pruebas de que a partir de los años 70, ambos países en colaboración con otros, invirtieron grandes sumas de dinero en el desarrollo de proyectos para la intercepción de mensajes y su decodificación. Es una de las operaciones electrónicas más costosa de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos Reino Unido, Cánada, Australia y Nueva Zelanda), Echelon podía capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que Echelon intercepta más de 3.000 millones de comunicaciones cada día.
A cada Estado dentro de la Alianza UKUSA le es asignada una responsabilidad sobre el control de distintas áreas del planeta. La tarea principal de Canadá solía ser el control del área meridional de la antigua Unión Soviética. Al terminar la Guerra Fría se puso mayor énfasis en el control de las comunicaciones por satélite y radio en Centro y Sudamérica. Los Estados Unidos, con su gran cadena de satélites espías y puertos de escucha controlaban gran parte de Latinomérica, Asia, Rusia asiática y norte de China. Reino Unido intercepta comunicaciones en Europa Rusia y África. Australia examinaba las comunicaciones de Indochina, Indonesia y el sur de China, mientras que Nueva Zelanda barre el Pacífico occidental.
Las señales capturadas eran y son luego procesadas por una serie de superordenadores, conocidas como diccionarios, las cuales han sido programadas para buscar patrones específicos en cada comunicación, ya sean direcciones, palabras, frases o incluso voces específicas. Según algunas fuentes, el sistema dispone de 120 estaciones fijas y satélites geoestacionarios. Estos podrían filtrar más del 90% del tráfico de Internet. Las antenas de Echelon pueden captar ondas electromagnéticas y transmitirlas a un lugar central para su procesamiento. Se recogen los mensajes aleatoriamente y se procesan mediante los diversos filtros buscando palabras calve. Este procedimiento se denomina "Control Estratégico de las Comunicaciones".
Todo el mundo está potencialmente destinado a ser espiado. Se da el curioso caso de que la legislación de Estados Unidos prohíbe a la NSA (National Security Agency) el espionaje dentro de sus fronteras (pero no en el resto del planeta), así que son los británicos los encargados de espiar a los Estados Unidos y luego contarles lo que han averiguado sobre sus espías en casa.
El periodista escocés del The Guardian, Duncan Campbell, se distinguió por la información que dio a conocer sobre estas y otras operaciones. Cuando un empleado de la Organización secreta norteamericana NSA vendió a Moscú la información, las cosas empezaron a deteriorarse.
Duncan Campbell publicó un informe en el que revelaba el sistema con capacidad para interceptar las telecomunicaciones desde satélites, submarinos, torres de captación y otros dispositivos. Campbell, además incluyó a los sistemas operativos de IBM y Microsoft, como agentes activos en el suministro de información sensible.
Gracias a las 140 instalaciones diseminadas por todo el mundo, capaces de interceptar y decodificar parte de las comunicaciones en forma de llamadas de teléfono, faxes, mensajes de correo electrónico, ... una serie de empresas norteamericanas, vinculadas principalmente a los grandes intereses industriales militares, podrían haberse colocado en ventaja con respecto a otras empresas europeas en la obtención de contratos de defensa multimillonarios.
Algunos ejemplos de esta actividad han sido publicados en el informe de Duncam Campbell envío a la Unión Europea. Ente otros ejemplos, revela casos significativos de espionaje industrial, como el caso Airbus, en 1994. Por entonces, el consorcio aeronáutico europeo estaba a punto de cerrar un contrato multimillonario con Arabia Saudí y en el último momento, la McDonell-Douglas le arrebató el contrato a los europeos (1400 millones de dólares). En este caso muchos ven la mano de Echelon, puesto que, ¿como se enteraron los estadounidenses de las condiciones de Airbus? Otro caso similar, ocurrió en 1994 cuando la multinacional Thomson perdió un gran contrato (30.000 millones de francos) con Brasil, para la venta de radares, a favor de la norteamericana Raytheon, empresa en la que participa Richard Armitage. Y estos, son sólo unos pocos ejemplos.
En 2001, la Eurocámara investigó las actividades de espionaje anglo – norteamericanas en Europa. Gerhard Schmid, eurodiputado socialista y vicepresidente del Parlamento Europeo acusó directamente a la administración Clinton de practicar impunemente actividades de espionaje en provecho de compañías norteamericanas. La Eurocámara advirtió a la Casa Blanca que "una empresa tiene que asegurarse que sus planes futuros, sus sistemas de producción, sus datos financieros y demás información sensible no sean transmitidos vía fax o teléfono". Pocas semanas después, la Comisión europea aconsejaba codificar los correos electrónicos, reconociéndose la debilidad para asegurar la confidencialidad de los datos en sus comunicaciones.
Aunque la comisión parlamentaria Echelon no probó la existencia de la "Red", una antigua empleada de la NSA, Margaret Newsham, confirmó su existencia. Carlos Coelho, parlamentario portugués preside la comisión Echelon y las investigaciones de esta, llegaron a un punto muerto cuando viajaron a EEUU a entrevistarse con altos cargos del departamento de Estado y de Comercio, el FBI así como con las Agencias de espionaje de la NSA y la CIA. Las entrevistas fueron suspendidas en el último momento y Coelho, relato "nos dieron con la puerta en las narices; nos quedamos consternados y decepcionados".
Y ya, más recientemente, destacados medios de comunicación, han difundido información aún más sensible sobre estas actividades según la cual Estados Unidos ha formado una enorme base de datos con registros de millones de transacciones y clientes bancarios en todo el mundo durante las últimas décadas. Estas actividades se han visto facilitadas y ampliadas gracias a los atentados del 11 de septiembre que permitieron el establecimiento de la Ley Patriota decretada por el presidente George Bush, la cual otorgó amplios poderes al Gobierno para investigar, vigilar y congelar cuentas bancarias.
Y es que no hace mucho, se ha conocido que la propia UE y su Banco Central, estaban implicados en estas actividades. Stuart Levey, subsecretario del Tesoro para asuntos de inteligencia financiera y terrorismo, en declaraciones a los medios, reveló que, "Washington obligó a un consorcio bancario internacional con base en Bruselas a abrirle la puerta a la CIA, el FBI y otras agencias estadounidenses de sus archivos confidenciales. Se trata de la Sociedad Internacional para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias (Swift). Esa empresa encauza miles de millones de transacciones bancarias cada año entre unos 7.800 entidades de todo el mundo. En un comunicado oficial, esta organización ha reconocido haber recibido orden de Estados Unidos de suministrarle información sobre sus actividades y clientes.
Fuente: Lukor