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Por supuesto qué el carácter heredado, el entorno o los condicionamientos recibidos o adquiridos sumados a la fuerza de voluntad que la persona dedique son los factores que posibilitan ser o no feliz, ser o no, un fracasado o un ser realizado aún consciente de su finitud, aún sabiendo que el ser humano es un animal inacabado. Pero se puede ser un infeliz teniéndolo todo y se puede ser feliz no teniendo nada o habiendo soportado los embates más duros con los que Dios nos ha probado. Esto me lleva a pensar que la felicidad no depende ni de las cosas materiales, ni de los fracasos o éxitos personales porque se puede ser rico y exitoso y a la vez infeliz. He dicho ya en estas páginas que solo existen momentos felices, momentos breves o momentos largos, pero las 24 horas del día de todos los días de nuestra existencia, en medio hay preocupaciones, tensiones, angustias, etc...lo contrario sería idiota. Pero sí es una cuestión de actitud, una cuestión que se puede conquistar con ingredientes tales como humildad, agradecimiento, solidaridad, compromiso y resilencia, entre otros. Cuando la persona humana está enamorada, cuando la pareja se ama goza de un momento de felicidad que puede ser efímero o perdurar toda la vida. Un matrimonio es un condicionante importante para ser feliz o infeliz, una familia ( matrimonio con hijos, nietos, neras, yernos) armónica también lo es o no lo es. En una nota, que a continuación transcribo expertos aseguran que alcanzar la felicidad es posible pero requiere poner en práctica unas recomendaciones que requerirán un esfuerzo y un compromiso que sin duda merecerán la pena o al menos eso es lo que asegura el médico en Psicología Rafael Martos que ha reunido en Jaén a psicólogos y expertos en inteligencia emocional con la intención de aproximarse desde el estudio científico a la felicidad de las personas y ver cuáles son los factores que dependen de uno mismo y cuales nos vienen dados.
Las principales conclusiones de las jornadas nos animan a ser optimistas en estos tiempos de crisis. Martos indica que "la felicidad depende de muchos factores" que se clasifican en tres categorías: factores genéticos, factores circunstanciales y la actividad intencional, que son los recursos que se pueden trabajar.
Los factores genéticos suponen un 50% de las causas que hacen que una persona sea feliz. Los circunstanciales como el lugar de nacimiento, raza, sexo, edad, ingresos económicos o salud.
"Alcanzar la felicidad requiere esfuerzo y compromiso". Solo un 10% mientras que el 40% restante lo componen las actividades intencionales que depende de uno mismo, de la voluntad de la persona, de plantearse metas a no muy largo plazo, con planes realistas acordes a los objetivos y valores de uno mismo, que al mismo tiempo requieren de tiempo, trabajo y esfuerzo.
Según los expertos el dinero apenas si tiene influencia una vez que se cubren unas necesidades básicas, la salud también es poco influyente, ya que hay personas con enfermedades difíciles que sin embargo son muy felices, mientras que el amor puede influir algo más, ya que tiene que ver con las relaciones sociales, y la persona es un ser social.
Las doce reglas de oro para ser feliz Existen doce sencillos pasos investigados, probados científicamente y recomendados por la profesora de la Universidad de California, Sonja Lyubomirsky que deben ser ejercitados diariamente en la vida cotidiana, ya que, tal como ha asegurado el profesor Martos, «la felicidad es algo que requiere esfuerzo y estas actividades exigen un compromiso». Las pautas son las siguientes:
1- Expresar gratitud por las pequeñas cosas de la vida.
2- Cultivar el optimismo, aun siendo pesimista.
3- Evitar las comparaciones sociales.
4- Practicar la amabilidad.
5- Cuidar las relaciones sociales.
6- Desarrollar estrategias de afrontamiento.
7- Aprender a perdonar, no por la otra persona sino por uno mismo.
8- Fluir, involucrarse en una actividad en la que se esté completamente absorto.
9- Saborear la alegría de la vida por pequeñas que sean.
10- Comprometerse con objetivos.
11- Practicar la religión o la espiritualidad
12- Cultivar el cuerpo practicando ejercicio.
Estos expertos, escasamente científicos, simplifican demasiado las cosas, hablan del qué y no del cómo y omiten cuestiones más profundas, pero bueno...es un aporte.