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De Norte a Sur el "boom" de la comunicación está ahí. Paralelamente el 80% de los bosques ha muerto. Hay que dejar las coníferas nórdicas y agarrarse a la fibras como el Kenaf
En la batalla por la comunicación, la prensa tiene en la manga un as. Podríamos hablar del póker o del mus pero vamos a hablar de algo más importante para muchos como la salvación de los bosques y la utilización de materias primas bastante desconocidas para la prensa escrita.
Pero hay entre nosotros una gran ignorancia sobre el origen del papel y de las materias primas que se utilizaron en la antigüedad para fabricarlo.
No existe ningún acuerdo sobre la fecha exacta de la invención del papel, un hecho que, según ahora se sabe aconteció en China, bastante antes de la llegada de Jesucristo al mundo. Anteriormente, la fecha para este invento se ubicaba alrededor del año 105 después de Cristo y se le atribuía a un inventor llamado Tsai Lun. Pero en 1957 fueron descubiertos en una tumba de la provincia norteña de Shensi, fragmentos de un papel que había sido fabricado con fibras de seda y vegetales, el cual databa de alrededor del año 100 antes de Cristo.
A ese respecto, José Martínez de Sousa, en su «Diccionario general del Periodismo» señala que lo más probable es que Tsai Lun haya sido un innovador que introdujo nuevas y mejores formas de fabricación. Y agregaba que los chinos llegaron a fabricar papel con materias tan disímiles como cáñamo, (kenaf), yute, lino, morera, bambú, algodón o tallos de trigo y arroz.
Por otra parte, «El Correo de la UNESCO», edición correspondiente a diciembre de 1972, páginas 4/11), explicaba que la tecnología de la impresión precedió a la invención del papel, pero fue al mismo tiempo una consecuencia directa de ella, sin la cual hubiera sido imposible. Y detallaba también la forma cómo se fabricaba el papel originalmente en China según Tsuen-Hsuin-Tsien tuvo su origen en la costumbre china de escribir sobre tejidos y en una producción que lo hizo más económico y le permitió sustituir a procedimientos más antiguos…
La primera producción de papel a cierta escala que se conoce se llevó a cabo hacia el 150 d.c. en la localidad china de Tung Huang. En una edición de «El Correo de la UNESCO» se detalla sobre un mapa la que fue llamada «Ruta del Papel», que significó un lento desplazamiento de mil años, desde China hacia Europa, atravesando regiones del centro y norte de Asia. Partiendo de Tung Huang (año 150), el papel pasó a Lulan (200); Niya (250/300); Turfan (399); Samarcanda (751); Bagdad (793); Damasco (800); Egipto (900); Fez (1100); Jativa, en España (1150); Hérault, en Francia (1189); Montefano, en Italia (1276); Nuremberg, en Alemania (1391). O sea que hasta mediados del siglo XIX el papel se fabricaba en Europa con trapos, caña, esparto, paja, cáñamo y ortiga. Modernamente hacia 1857 se empezó a utilizar la celulosa de árboles tales como el abeto y el chopo, y mucho más tarde los papeleros entran en masa en los bosques de coníferas.
La deforestación tiene varios nombres entre ellos el papel
Aunque ésta está amenazada por la invasión de los medios de difusión electrónicos y las nuevas técnicas on-line, la prensa escrita sigue muy viva por la proliferación de la publicidad en estos días de crisis. Hasta el punto que se ha abusado tanto del empleo de las maderas para la fabricación de pulpa y para otros muchos usos que el 80% de los bosques del mundo o han desaparecido o se hallan en peligro.
Uno de los ejemplos más palpables aunque macabros es lo que ocurre actualmente en México, uno de los países más atacados en materia de deforestación.
A nivel mundial las Selvas Húmedas Tropicales han sido destruidas a un ritmo promedio anual de 160 mil kilómetros cuadrados lo que equivale a 16 millones de hectáreas, superficie comparada a la de Gran Bretaña. Tal cifra equivale a 440 kilómetros cuadrados diarios, o cerca de 44 mil hectáreas por día, a 1.840 hectáreas por hora o bien a 30 hectáreas por minuto. Las selvas tropicales cubren menos del 2% de la superficie de la tierra, pero son el hogar de entre el 50 y el 70% de todas las formas de vida de nuestro planeta; asimismo juegan un papel crucial en la regulación de los ciclos climáticos e hidrológicos de la tierra además de ser el hogar de un gran número de pueblos indígenas y cientos de otras comunidades tradicionales.
En América la destrucción de selvas tropicales se hace a un ritmo de 8 millones de hectáreas por año aproximadamente, esto es igual a 22 mil hectáreas diarias, más de 900 hectáreas por hora o más de 15 hectáreas por minuto equivalente a 40 campos de fútbol.
En México, el 72% de la superficie es de aptitud forestal con un total de 141.7 millones de hectáreas. La superficie total arbolada nacional se estima en 56.8 millones de hectáreas, la cual se integra por bosques de coníferas y hojosas que cubren 30.4 millones de hectáreas y por selvas altas, medianas y bajas en una extensión de 26.4 millones de hectáreas.
La vegetación de las zonas áridas ocupa una superficie de 58.5 millones de hectáreas y las áreas integradas por vegetación hidrófila y halófila, abarcan 4.2 millones de hectáreas. Adicionalmente las áreas forestales perturbadas cubren un total de 22.2 millones de hectáreas.
México sufre una de las tasas de deforestación más altas del mundo, estimada entre 300 mil y un millón y medio de hectáreas anuales, lo que representa una pérdida de la cubierta forestal equivalente a entre una y tres veces el total del territorio del estado de Tlaxcala. Cifras oficiales reportan una tasa de deforestación de 1.127.845 hectáreas por año, ubicándose en segundo lugar a nivel mundial, solo después de Brasil.
México ha perdido más del 95% de sus bosques tropicales húmedos (incluyendo selvas perennifolias y bosques mesófilos), más de la mitad de sus bosques templados y un tanto por ciento difícil de cuantificar de sus zonas áridas y desiertos naturales, pero que sin duda rebasa a la mitad del acervo original. La desaparición de humedales, especialmente de manglares, que aún cuando su superficie es pequeña con relación a otros ecosistemas, por su productividad biológica los hace altamente importantes.
Como frenar ese expolio mundial de los bosques para la prensa y otros usos
La prensa escrita puede tener ahora un arma no total pero importante en una posibilidad de una baja del precio del papel, con el fin de evitar la deforestación. De Norte a Sur esta materia prima que como hemos dicho fue la auténtica materia prima de los chinos antes de Jesucristo (el kenaf), es el tendón de Aquiles de los herederos de Gutenberg como lo hizo notar un informe de la Comisión Internacional para los problemas de la Comunicación convocada por la UNESCO en París conocida desde siempre por el Informe “McBride”. “La penuria de papel” y el alza de los precios imponen una carga insoportable a la industria de la edición que lucha por sobrevivir, lo mismo que los periódicos escritos.
Naturalmente eso ocurría antes de que Internet amenazara desde las pantallas de los ordenadores a todo lo escrito. Según cálculos de la Organización Mundial de la Agricultura habrá para el año 2025 un enorme déficit de madera a pesar de los programas de reforestación que muchas veces quedan en unos folios. Los costos del papel que han aumentado quizá veinte veces en los últimos treinta años han hecho que en los Estados Unidos se pueda hablar de penuria ¿Cuál es la solución?. Aquí damos una solución pero puede haber otras muchas.
El kenaf es una planta fibrosa nacida en África y cultivada hace miles de años. En norteamerica y Ásia esta fibra se ha explotado masivamente pero no es conocida en Europa
El Departamento de Agricultura de los EE.UU. ha realizado en los años 50 un “screening” entre más de 500 especies para la producción de fibras para pulpa de papel, resultando el kenaf la más promisora especie no leñosa para este propósito.
El kenaf y sus virtudes casi desconocidas por los fabricantes de papel en Europa
El kenaf es un miembro de la familia de las Malváceas. Las plantas de kenaf que crecen en altas densidades carecen en general de ramificaciones y llegan a alcanzar alturas de entre 2, 5 a 4, 5 m. La corteza externa del tallo contiene fibras blandas y largas utilizables para hacer sogas y textiles. Estas fibras constituyen entre un 20 y un 25% del peso seco total del tallo. El centro del tallo está formado por fibras leñosas cortas. El color del tallo de la mayoría de las variedades es verde, pero existen varios cultivos que poseen tallos color rojo y otras púrpura. La forma de las hojas varía en forma considerable. El sistema radicular es muy extenso. El kenaf produce grandes flores color crema sólo después de que la longitud del día alcance aproximadamente 12, 5 horas en el otoño. La floración es indeterminada. En principio, el kenaf es autocompatible, pero es considerado como una especie que se cruza a menudo.
El kenaf tiene una combinación única entre fibras largas (líber) y cortas (médula), lo cual lo hace utilizable para la producción de un amplio rango de productos de papel y de cartón. Los resultados de su aplicación para la manufactura de papel para periódico han sido positivos. Los periódicos hechos de fibra de kenaf han mostrado un color más brillante y de mejor calidad visual. Además, la producción de papel para periódico basada en la fibra de kenaf requiere menos energía y productos químicos para su procesamiento, lo cual le otorga ventajas económicas y ambientales.
La porción foliar superior de la planta de kenaf no es utilizable para la producción de pulpa de papel. Por lo tanto, el equipo para cosechar puede ser adaptado a una cosecha dual. Investigadores de la Florida han encontrado que plantas inmaduras de kenaf de unos dos metros de alto contienen alrededor del 20% de proteína. El ensilado de kenaf ha dado resultados exitosos, siendo aceptado por el ganado. La hoja seca y molida del kenaf tiene mayor digestibilidad proteica que la de la harina de alfalfa y su composición de aminoácidos es similar a la de la alfalfa.
Los científicos se plantearon desde finales de la Guerra Mundial la utilización de una materia que no necesita como las coníferas hasta treinta años para producirse. Ya hemos hablado de las características del Kenaf y tendríamos que tener en cuenta que se renueva de año en año. Tras el estudio hecho de las quinientas plantas fibrosas más importantes como el yute, el cáñamo de Manila o la albahaca, el maíz, etc… el cáñamo kenaf fue elegido como potencial competidor de las coníferas de los países nórdicos.
Es de la misma familia que el algodón y crece en climas cálidos tropicales o mediterráneos y en una banda que se extiende del África del sur al centro de Francia y en toda América latina.
Hoy se cultiva y se emplea ampliamente en India, Tailandia, China, Rusia, Ucrania, Malí, Egipto, Cuba, y el Sudán. Se emplea también en la fabricación de sacos y de telas. Con dos millones de toneladas de producción representa el 40% de la más popular de las fibras que es el yute.
Su empleo en la industria periodística: sus comienzos
Hace unos cuarenta años la Asociación Nacional de Prensa Norteamericana comenzó a interesarse por las fibras textiles y en particular por las del cáñamo en previsión de una penuria mundial de pasta de papel a base de madera. Esa crisis ocurrió pero como hizo observar el Dr. Marvin Bagby, exministro de agricultura de los Estados Unidos “si bien algunas compañías de fabricación de papel han mostrado cierto interés por el cáñamo esas empresas pertenecen a una industria inerte acostumbrada desde siempre a trabajar con pasta de papel. Será muy difícil mover su interés hacia los cáñamos”.
Pero el editor Donald Soldwedel del “Yuma Daily Sun” y otras publicaciones, el programa del kenaf dormiría en algún archivo olvidado del Ministro. Desconfiado de las palabras ministeriales, este editor imprimió durante unos días su periódico con papel fabricado en un 90% de kenaf. “La calidad de la impresión fue tal -afirmó después- que ni los lectores, ni el departamento de publicidad, ni los anunciantes lo notaron. No hubo ninguna queja”.
Para algunos fabricantes de papel el tema no interesaba por la competencia pero si porque les permitiría en el futuro disponer de un aprovisionamiento en plaza con lo que disminuirían los costos del transporte y más aún de las licencias de importación de países europeos o asiáticos. Y para los inversores, el mercado se estabilizaría con un producto incluso superior a la pulpa del papel ya que se obtiene del kenaf que no envejece en los almacenes y absorbe mucha menos tinta en la impresión.
La UNESCO se interesa por el kenaf y lo apoya
Paradójicamente según Donald Soldwedel muchos países no se mostraron ni tan siquiera interesados en conocer el informe. Y la Asociación de Prensa propuso a la Federación Internacional de Editores de Periódicos (FIEJ) con sede en París, Organización consultiva y miembro de la UNESCO que se integrara dentro del Programa Internacional para el Desarrollo de las Comunicaciones de este organismo (YPDC), un proyecto internacional de estudio a fondo del kenaf. El proyecto salió adelante por unanimidad. Ahora había que tener en cuenta las técnicas, los métodos de cultivo en función de las zonas de países en producción. Como países pilotos fueron elegidos El Salvador, Guatemala y Belize.
En India y Tailandia varias fábricas dependientes de la “Ballpur Company” producen actualmente papel de cáñamo para su mercado interior y han dejado de importarlo de los países nórdicos pero la noticia a penas ha trascendido. La “Phoenix Mill” instalada en Tailandia utiliza ya un procedimiento de tipo termoquímico, patente inglesa para producir 60.000 mil toneladas de papel al año. No produce a penas polución del medio ambiente ni de los ríos por lo que los ecologistas están felices.
Un problema adicional podría ser el de las semillas, en razón del ciclo de la planta imposible obtener en regiones europeas no mediterráneas pero en el peor de los casos es más fácil importar semilla de América latina o África que importar troncos cortados en Finlandia con lo que de todas formas contribuiríamos a nuestro enemigo la deforestación. El verdadero quid de la cuestión a corto plazo es el cuasi-monopolio de la producción de pasta de papel de coníferas que detentan hoy los países nórdicos, Canadá y los Estados Unidos.
Si mañana el cáñamo kenaf o cualquier otra fibra tomara el relevo de los bosques esquilmados de esos países, muchos otros tributarios de los bosques de Norteamérica quedarían libres y podrían emprender su labor de información, alfabetización, educación y ocio a bajo costo. Pero eso, no interesa a las multinacionales.
Al levantar el freno económico que supone y ahora hablamos de Europa, la importación de un producto tan caro favorece a largo plazo la extensión de la educación multilingüe. En cuanto a las editoriales occidentales también en régimen de monopolio, salvo excepciones, llevaría a una estabilidad de mercado y la consiguiente disminución de los costos de periódicos, publicaciones y libros de texto. Pero los intereses de los poderosos pasan siempre por sobre un igualitarismo racional: sólo Ellos deciden, a pesar de parlamentos, el bla bla bla de las editoriales manejadas por Gobiernos centralistas y las multinacionales.