¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Momosampler escriba una noticia?
Rock y extravagancia: Noche de sábado en SODOMA
Era 1978. Queen estaba en pleno apogeo y a punto de presentar su disco "Jazz" luego de lograr el éxito absoluto con "A Night At The Opera" tres años antes y siguiendo el legado con "News of the World". Su carrera despegó y su popularidad creció tanto que todos se hacían eco de su música y su aplastante y arrolladora puesta en escena. Con un showman fantástico como Freddie Mercury junto a Brian, Roger y John, la reina madre se complementaba tan bien que creaba un "todo" único y un sonido tan particular que hasta el día de hoy podemos reconocer.
Con el mundo a sus pies, en plena gira por Los Estados Unidos y con la ansiedad presente ante el nuevo disco que vería la luz díez días más tarde, la banda decidió festejar a lo grande y como realmente lo haría una estrella de rock. La fiesta tenía un doble objetivo para el grupo: promocionar el disco y lograr hacer negocios con empresarios americanos para aumentar su popularidad en el país del norte. Elektra Records que representaba a Queen en América y EMI en el resto del mundo, lograrían varios acuerdos esa noche histórica.
La cita tuvo lugar el 31 de octubre de 1978 en el hotel Fairmont de Nueva Orleans, tras el tercer concierto de su gira por Estados Unidos. Era sábado, noche de Halloween y la ciudad estaba lista para el desmadre.
El publicista de Queen, Bob Gibson y su mánager, Jim Beach fueron los encargados de la producción y su realización. Su idea y la de la banda era clara: no importaba el costo, no habría ningún tipo de restricción y se crearía un ambiente en el que todo fuera posible.
Comenzaron días antes con un casting para buscar a los mejores "Entertainers", hombres o mujeres que fueran lo más estrafalarios posibles. Cerca de 70 fueron convocados a la fiesta y muchos locales de los alrededores debieron cerrar sus puertas porque sus shows formaban ahora parte de la fiesta Queen.
La noche comenzaría con todos los invitados siendo recibidos en la puerta con una botella de un fino champagne, con una muy sofisticada presentación junto a diversos materiales de cotillón para disfrazarse (plumas, lencería, sombreros, etc). Al ingresar, te topabas con una vista impactante del salón central: primero, las mesas estaban hasta el tope de todo tipo de comidas (mariscos, caviar, ostras, carne, salmón, todo lo que puedas imaginar y más), todo traído y servido por camareros totalmente desnudos! Un festín al estilo medieval!
Poco antes de la medianoche, los cuatro integrantes de Queen se hicieron presente junto a una Orquesta local. La fiesta estaba lista para comenzar!
Después de las 00 la locura se desató completamente. Comenzaron a aparecer entre los invitados, enanos repartiendo cocaína directamente traída de Bolivia, en bandejas que llevaban sobre sus cabezas. Los invitados solo debían agacharse. Aquí no existía la legalidad ni lo moral.
Hacia un lado del salón, te encontrabas con bailarinas exóticas junto a malabaristas, contorsionistas y Drag Queens
Hacia un lado del salón, te encontrabas con bailarinas exóticas junto a malabaristas, contorsionistas y Drag Queens. Mujeres obesas luciendo diminutas tangas o fumando con su entrepierna. Si mirabas hacia el otro lado, podías vivir una escena digna de una película de Fellini: mujeres y hombres desnudos, peleando en una gran bañera de hígado crudo y del techo colgando jaulas con transexuales en pleno baile. Totalmente fuera de la imaginación!!
No podía faltar un tipo que decapitaba gallinas con su boca y una mujer que estaba dispuesta a autodecapitarse con una motosierra por 100.000 dólares.
Hasta los empresarios y los más conservadores estuvieron en el centro de la vorágine. Se les daba dinero para que pusieran en la ropa interior de las strippers y bailaran con ellas.
Los servicios orales y todo tipo de "trabajo" también fueron parte de la noche y los baños fueron testigo de ellos. Cualquier persona podía ingresar y pedir uno de estos servicios siempre que quisiera. Aunque se dice que los menos pudorosos y los más "colocados" lo hacían a plena vista.
Los miembros de Queen disfrutaron enormemente de la noche, firmando autógrafos en traseros y pectorales femeninos. Pero Freddie Mercury fue el que más exaltado y feliz estaba por lo fantástico que había sido todo.
A la mañana siguiente, el grupo se retiró a su autobús de gira y según testigos, acompaños de un gran número de chicas.
La fiesta fue espectacular para los asistentes pero no tanto para EMI, costándole $200.000 dólares de la época. Aún así, el disco Jazz fue todo un éxito, logrando disco de platino en EE.UU y disco de oro en Reino Unido.
Nunca se había visto una fiesta de tal calibre, llena de locura, parafernalia y extravagancia.
En total más de 500 personas vivieron la noche del sábado 31 de octubre de 1978, denominada: "Noche de Sábado en Sodoma" y sus vidas cambiaron para siempre.