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Se trabaja en Argentina para producir la vacuna contra la gripe A H1N1
“Lo primero que quiero destacar –explica La Torre– es que el Conicet, a través del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein (Ex Cevan), ha desarrollado toda la tecnología tradicional y moderna, actual, para producir la vacuna argentina contra la gripe estacional y también contra la gripe A H1N1 en el país. En nuestro país se produce ciencia y tecnología de primer nivel.” Después dirá: “eso lo afirmo y lo reafirmo”. Esa vehemencia inicial de La Torre es sin duda estimulante, aunque mitigada.
La Torre recuerda que en 2005 el Conicet firmó un convenio de desarrollo y transferencia tecnológica con el laboratorio farmacéutico Raffo-Monteverde con el objetivo de desarrollar una vacuna argentina contra la gripe estacional hecha sobre la base de la vacuna que recomienda la Organización Mundial de la salud (OMS) para el Hemisferio Sur, pero actualizada con cepas argentinas, o con cepas de la región. Con ese objetivo se solicitaron a la OMS las cepas de referencia correspondientes para poder producir la vacuna utilizando huevos embrionados. “El Malbrán –dice La Torre– posee uno de los laboratorios designados por la OMS para el análisis de las nuevas cepas de virus que aparecen año tras año en nuestro país.”
De virus y bacteriasEl país produce vacunas bacterianas, pero no vacunas virales para enfermedades humanas. De ahí, quizá, procede la idea, equivocada, de que en general sólo pueden hacerse vacunas a partir de las bacterias, pero no a partir de virus. “Es un error de concepto importante. Polio, paperas, sarampión, existe una infinidad de vacunas antivirales”, explica La Torre. “El ejemplo más relevante en nuestro país es el de la vacuna antiaftosa, de la que se producen más de 100 millones de dosis anuales en Argentina, y es una vacuna viral. Para algunos virus no pueden hacerse vacunas, o son muy difíciles de hacer, pero para algunas bacterias tampoco. Es muy difícil, por ejemplo, hacer una vacuna contra la coqueluche, aunque de todos modos existe una.”
¿Y en el caso de la influenza? “En el caso de la influenza, en el mundo se producen centenares de millones de dosis de vacuna utilizando huevos embrionados. Sin embargo, existen otras tecnologías, que Argentina también desarrolla, como las vacunas hechas por ingeniería genética, que ya están apareciendo en el mercado.”
Sobre el punto, La Torre destaca que existen en nuestro país tres grupos trabajando con esas tecnologías novedosas: uno radicado en el Instituto César Milstein (Conicet), a cargo de la Dra. Nora Mattion; otro en el laboratorio de Virología de la Universidad Nacional de Quilmes, a cargo de la Dra. Graciela Glikmann, y el tercero en el Laboratorio de Virología del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Conicet), a cargo del Dr. Eduardo Scodeller.