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Si hay una pieza que faltaba en la cosmopolita capital argentina era tener un servicio de góndolas venecianas con sus gondoleros, pero al compás de música de tango en paseo por las aguas de un canal del puerto de Buenos Aires.
En la residencial y exclusiva zona de Puerto Madero, donde el metro cuadrado cuesta sumas siderales, porteños asombrados contemplan a turistas embarcarse en las tradicionales embarcaciones para un recorrido novelesco, con serenata incluida.
"Se celebran propuestas de matrimonio, aniversarios. Es muy romántico", dijo a la AFP Luis Pentini, uno de los gondoleros. Sólo les faltaría cantar como sus pares de La Serenísima del norte italiano.
Las góndolas pasan por debajo del Puente de la Mujer, obra del conocido arquitecto español Santiago Calatrava.
Se pueden celebrar matrimonios simbólicos y paseos de luna llena. En las orillas lo que no hay son palacios renacentistas. El paisaje es de los típicos rascacielos del barrio construido donde funcionaron las antiguas instalaciones portuarias de Buenos Aires.