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El presidente de Guatemala, Otto Pérez, pidió este sábado "disculpas" a miles de indígenas de 33 comunidades rurales reprimidos y desplazados por la construcción de una hidroeléctrica en el norte del país hace tres décadas.
"Este día doy ese primer paso y es pedir públicamente las disculpas como presidente de la República, en nombre del Estado de Guatemala pido las disculpas", dijo el mandatario al anunciar el inicio de un plan de resarcimiento en el poblado de Rabinal, unos 300 km al norte de la capital guatemalteca.
La represa, considerada la más grande de Centroamérica, fue construida a finales de la década de 1970 con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, provocando el desplazamiento de comunidades enteras de descendientes mayas.
Otros cientos de habitantes que se negaron a abandonar sus tierras fueron masacrados por el ejército con la excusa de que estaban vinculados con la guerrilla, en el marco de la guerra que vivió el país entre 1960 y 1996, según ha reconocido el propio Estado guatemalteco.
Paradójicamente, tres décadas después la mayoría de las comunidades, integradas por unas 6.000 familias, carecen de servicios básicos como energía eléctrica.
Las 33 comunidades pertenecen a los departamentos de Quiché (noroeste), Alta Verapaz y Baja Verapaz (norte).
El mandatario explicó que las disculpas las pide "por los atropellos y las violaciones a los derechos humanos que sufrieron estas 33 comunidades. Acepten ustedes estas disculpas para que sanemos esas heridas en nuestro corazón".
Sin embargo, aclaró que con las disculpas "no vamos a olvidar, aunque tengamos que tener presente las violaciones y las injusticias que sufrieron".
Con el plan de acción, se buscará combatir "la pobreza, la injusticia, la desigualdad y el abandono que han sufrido estas comunidades (...), y lograr que los guatemaltecos puedan empezar una lucha conjunta para vivir con la dignidad que se merecen", insistió.
El gobernante comentó que el proceso de indemnización comenzará en 2015 y en total el Estado desembolsará unos 160 millones de dólares en los próximos quince años y de ellos 26 millones serán para resarcir individualmente a un total de 11.383 indígenas.
La indemnización colectiva será para viviendas, acceso a tierras, centros de salud, carreteras, puentes y recuperación de piezas arqueológicas, entre otros proyectos.
El incumplimiento del pago de la indemnización, acordado bajo el gobierno del presidente Álvaro Colom (2008-2012), provocó en febrero pasado que Estados Unidos condicionara la ayuda a Guatemala como medida de presión para cumplir con la compensación.