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La Guardia Civil reveló este viernes haber encontrado restos de ADN de una argentina desaparecida en Majadahonda, cerca de Madrid, desde principios de abril en una trituradora de carne, una investigación que se centra en su casero.
"Se encontró en el garaje (...) una máquina de grandes dimensiones para triturar carne. Se puede confirmar que el ADN que se encontró en esa máquina es de la desaparecida", declaró un portavoz de la Guardia Civil durante una rueda de prensa sobre el asunto.
La trituradora fue encontrada en la casa donde esta mujer, de quien solo se conoce el nombre, Adriana, alquilaba una habitación. Bruno, el propietario del inmueble de "actitud un poco extraña" según los testimonios interrogados por los investigadores, fue arrestado a principios de abril y se encuentra en prisión.
Por el momento, solo se le imputa un posible delito de "detención ilegal" de la desaparecida. "Entendemos que él ha podido tener participación activa" en la desaparición, declaró el comandante. Otros indicios "apuntan a que pudo haber también un homicidio", añadió, aunque todavía no se le persigue por este motivo.
La investigación se inició tras la desaparición de esta mujer, de 55 años, instalada en Majadahonda, un municipio de clase alta a las afueras de Madrid. Su hermano, inquieto al no poder contactar con ella, se desplazó a España e interpuso una denuncia el 6 de abril.
Los investigadores registraron el domicilio habitual del sospechoso y encontraron el ordenador de la desaparecida y una llave de su coche. Su vehículo estaba aparcado no muy lejos de allí. La investigación también afecta a un vertedero donde el hombre podría haber ido a depositar los restos de la mujer.
El sospechoso había adquirido "grandes cantidades de productos de limpieza, guantes de látex" en un comercio no muy lejano después de la desaparición.
El caso llenó las portadas de los medios de comunicación que hablan del 'descuartizador de Majadahonda' y evocan a un posible asesino en serie.
Las autoridades desmienten este extremo aunque confirman haber abierto otra investigación por una segunda desaparecida, la tía del sospechoso, de quien sus allegados no tienen noticias desde 2010 o 2011, aunque ella sigue recibiendo su pensión en su cuenta bancaria desde entonces.