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El día anterior a disputarse la final de fútbol de los juegos olímpicos del ´28, entre Uruguay y Argentina, el famosísimo cantante de tangos Carlos Gardel, para alegrar a los jugadores argentinos
Se acercó al hotel donde éstos se hospedaban y les cantó un nuevo tango llamado "Dandy". Al día siguiente la selección uruguaya ganó su segunda medalla de oro en fútbol de su historia.
Dos años más tarde en vísperas, de la final entre las mismas selecciones pero por el primer mundial de fútbol, Gardel repitió la visita con el conjunto visitante en el Hotel de la Barra de Santa Lucía y les cantó nuevamente el mismo tango.
Luego de la final de fútbol de los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928 y de la final del Mundo del ´30, los uruguayos y los argentinos estaban fuertemente enfrentados a nivel futbolístico, tanto fue así que Carlos Gardel, decidió reunir a ambas delegaciones en París, Francia para tratar de unir a ambos conjuntos mediante la música, con un recital programado con la orquesta de "el zorzal criollo".
Quizás ésta sea la prueba más fehaciente de que Carlos Gardel, haya sido uruguayo, ya que al seleccionado local también se acercó a cantarles algo, eso sí no les interpretó "Dandy"
Lamentablemente la idea no dio resultado, y tanto fue así que la gresca se hizo tan general que el argentino Raimundo Orsi, se defendió del ataque del uruguayo Leandro Andrade, partiéndole en la cabeza un violín de uno de los músicos, tan tanta mala suerte que dicho instrumento resultó ser un Stradivarius, por lo que fue necesario abonar una gran indemnización.