No me ha sorprenddo que un grupo de mujeres italianas, parejas, muy próximas a sacerdotes italianos, hayan escrito al Papa, pdiendole que revise la exigencia del celibato como condición para acceder al sacerdocio.

A día de hoy, con ejemplos claros en la Iglesia Anglicana, y en los Ritos Orientales, el celibato obligatorio no se pfila como una cuestión fundamental sino accesoria.

En favor del matrimonio para los clerigos se alzan multitud de voces, que incluso, desde un punto de vista pastoral, inciden en que seria bueno que la existencia de sacerdotes casados en la Iglesia Católica, de la misma forma que existen pastores protestantes.

A día de hoy nadie se iba a escandalizar por ello. Y siendo humanos, inceros i mirando a los sacerdotes con todo cariño, su esfuerzo y dedicación, no tendria porque quedar menoscabado por la existencia de ua familia a su alrededor.

Hoy en día se constata una falta de vocaciones en la Iglesia de Occidente en los paises desarrolados, incluso en España, lo que motiva la tarea de buscar diacónos que ayuden y asistan en las parroqias allí donde no puede llegar toda la acción pastoral de los curas.

Aunque sea lento, el mansaje lanzado por las mujeres italianas, próximas a sacerdotes, puede ser un inicio de una renovación. Lo que ya es nuevo, es que la Santa Sede, haya divulgado la existencia de esta carta.

 un año y meses de su elección el papa Francisco está demostrando una mano firme y una voluntad decidida para adecuar la Iglesia y su mensaje a nuestros días.