Diciembre del 2.020 mostró la cúspide del impacto provocado por la pandemia del covid-19. El mundo pasó gradualmente a un estado de enclaustro preventivo.

La conmoción nos llevó a limitar nuestra vida cotidiana a los espacios de nuestros hogares, fueron días para los que no estábamos preparados en tal magnitud, evaluar las repercusiones son motivo de estudios e informes cuyo objetivo es intentar establecer las consecuencias directas en la vida social e individual.

La declaración oficial de cuarentena fue una medida necesaria para entonces, no obstante, las fuerzas dinámicas de la sociedad no podían ser contenidas por mucho tiempo más.

En la comunidad residencial en la que resido actualmente, la atmósfera que se vivía era similar a la de un pueblo abandonado, ya sabemos cómo fue aquel periodo, porque en todas partes del mundo esa fue la experiencia compartida sin importar condición económica, social, cultural política o religiosa.

La inactividad social no es la naturaleza de la sociedad humana, mucho menos lo es estar restringido de internación interpersonal. 

Además el Venezuela las condiciones socio-política-económica han sido durante la última década de un nivel sumamente complicadas por el deterioro que la crisis ha causado en la población venezolana, llevándonos a un estado severo de carencias en todas las áreas de la vida cotidiana.

Sumar voluntades en momentos difíciles ya sido siempre la motivación que nos ha traído a buen resguardo

La inactividad social no es la naturaleza de la sociedad humana, mucho menos lo es estar restringido de internación interpersonal. 

Además el Venezuela las condiciones socio-política-económica han sido durante la última década de un nivel sumamente complicadas por el deterioro que la crisis ha causado en la población venezolana, llevándonos a un estado severo de carencias en todas las áreas de la vida cotidiana.

Ante tales adversidades monumentales, y careciendo de todos los recursos necesarios para desarrollar actividades que reanimaran el "pulso" en la comunidad, nos propusimos llevar a cabo competencias deportivas de baloncesto, que motivaran a quienes son aficionados a este deporte, y al mismo tiempo motivara a quienes no, a participar para de esta manera salir de aquella pausa obligatoria que nos daba como única alternativa, el uso y dependencia de la tecnología de las comunicaciones para mantenernos en contacto, situación per se que no es otros de la naturaleza de nosotros los seres humanos.

Se da entonces el "salto a la cancha" cuyo impulso se ha mantenido en el tiempo por sobre todas las carencias de índole presupuestaria e implementos deportivos

Hoy una grupo heterogéneo compuesto entre adultos, adolescentes y niños que sobrepasan los 60 participantes han participado en las competencias y entrenamientos diarios que hemos puesto a la disposición sin fines de lucro.

Este logro auto-sustentado resulta abrumador en estos momentos, las condiciones socio-económicas para ser sinceros, son ahora un obstáculo insalvable, por lo que se hace imprescindible el apoyo económico y/o de material deportivo, bien sea por parte de personas de buen corazón, iniciativas de organizaciones o empresas privadas que deseen aportar su significativo apoyo a esta iniciativa ya consolidada y en desarrollo.

Contribuir a encaminar actividades que favorezcan el bienestar general, no es un motivo ajeno