¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
El exjefe del aparato chino de seguridad Zhou Yongkang fue imputado por corrupción, abuso de poder y divulgación voluntaria de secretos de Estado, con lo que será el más alto exdirigente en ser procesado en décadas.
La medida anuncia un proceso histórico para este septuagenario, que fue miembro del comité permanente del Buró Político del Partido Comunista chino y por lo tanto responsable clave del régimen durante diez años.
La personalidad más importante del régimen chino en caer en desgracia en casi 40 años se ha convertido en el trofeo emblemático de la campaña anticorrupción del presidente chino, Xi Jinping.
Zhou, de 72 años y detenido en un lugar secreto, no ha sido visto en público desde el otoño de 2013, y sobre él pesan acusaciones "particularmente graves", según el acta de inculpación publicada este viernes.
"El acusado Zhou Yongkang se aprovechó de sus cargos para sacar beneficios en favor de otros, acaparó de manera ilegal activos y bienes pertenecientes a otros, cometió abusos de poder, causando así pérdidas considerables en el ámbito público y a los intereses del Estado y del pueblo", detalló Xinhua.
Al exministro de Seguridad Pública se le acusa también de la "divulgación voluntaria de secretos de Estado", con "consecuencias sociales devastadoras".
Los cargos fueron presentados por un tribunal de Tianjin (norte de China), donde se espera la celebración de su proceso.
Zhou dirigió la Comisión de Asuntos Políticos y Judiciales del partido único, que controla la policía y la justicia en China, hasta la renovación de la dirección del PC chino en noviembre de 2012.
A partir de ahora es de prever que la dirigencia comunista haga lo posible para no verse salpicada por revelaciones de este importante ex dirigente.
Al igual que en el proceso en agosto de 2013 de Bo Xilai, un ex "príncipe rojo" del Buró Político condenado a cadena perpetua por desvío de fondos, corrupción y abuso de poder, las autoridades se esforzarán en hacer parecer como transparente una audiencia en realidad muy controlada.
Los debates serán sometidos a una estricta censura en internet, y los autorizados a seguir el proceso en la sala serán cuidadosamente seleccionados.
En cuanto al veredicto, puede estar seguro de ser declarado culpable, ya que los jueces no se van a arriesgar a contestar las acusaciones formuladas por el Partido Comunista.
En teoría, los casos graves de corrupción pueden castigarse con la pena de muerte.
El escándalo en torno a Zhou Yongkang ilustra las relaciones viciadas entre los grupos públicos chinos y el poder político, ya que su carrera ha estado muy vinculada a la lucrativa industria china del petróleo, generosa en sobornos.
Desde su llegada al poder hace dos años, Xi Jinping ha lanzado una amplia y temida campaña anticorrupción, con el objetivo de crear una imagen de transparencia del partido único.
No obstante, muchos observadores son escépticos con esta estrategia y dudan que pueda sanearse de verdad el aparato comunista sin reformas estructurales de gran calado.