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La geopolítica de las naciones juega al peligro de la unidad económica global
Aventis
Hay un alarmismo innecesario ante un cambio tecnológico que Venezuela no vera por la acción clara de sus gobernantes. Es que, los problemas globales responden a iniciativas locales, a merced del errático torbellino de los mercados mundiales y, de los relativamente impotentes cuerpos internacionales. Hay que cambiar de ideas sí queremos crear un mundo que combine estabilidad, equidad y prosperidad.
Laos países del Continente Sur ya tienen sus propias estructuras que incluye los mercados de capitales. Es una macroeconomía que tiene sentido y es de suponer que la economía mundial no es diferente a ella. Las estructuras políticas motivan a una respuesta desarrollista. La sociedad mundial tiene una acción colectiva que maneja capitales bajo el tutelaje del Banco Mundial, (BM), e Interamericano de Desarrollo, (BID).
Entonces, implica que debemos dejar el colectivismo y buscar una nueva relación entre individuo y comunidad, que, implica una reorientación de derechos y obligaciones. Alemania, tiene que abrir los ojos ante el acoso europeo ante la deslealtad de Angela Merkel hacia los nuevos mercados y niveles de poder, son niveles de campaña reflejadas de una manera progresiva con el movimiento migratorio y la guerra transversal geopolítica, que implica en definitiva el abuso diario de una campaña consensual y progresiva dirigida a las sociedades deprimidas y a una maquinaria política ortodoxa.
Desde los años ochenta hay una repuesta clara al neoliberalismo y a la libre empresa, las cuales deben estar controladas por el Estado. Pero, han surgido problemas graves con los agentes del socialismo que desean perdurar en los cargos, subir las tazas impositivas, los impuestos y reformar las leyes cada vez que lo deseen para abrazar más la corrupción y destrozar la capacidad adquisitiva de las comunidades, un programa perverso con el Foro de Sao Paulo, adhiriendo una vieja premisa del líder cubano, Fidel Alejandro Castro Ruz de incluir a los militares en los programas de los civiles y, esto, ya contamina a los propios cuerpos policiales creados por el Estado, como es el caso en Venezuela.
Vladimir Putin aboga por un crecimiento económico global justo y sin interferencias de corporaciones
Se mueven los escenarios, nadie sabe las futuras tendencias y lo que ocurre. Desde 1951, el nuevo Orden Mundial busca una refundación, buscan una vía distinta al capitalismo de mercado norteamericano o, zumbarse a los viejos preceptos del comunismo soviético, , ahora aupado por un desarrollista que tiene un nombre, Vladimir Putin, quien desea una reprogramación de la vieja Unión Soviética, pero, su vista al Sur se ha visto en ambigüedades por el desconocimiento de sus presidentes del campo político y que en este instante aúpan a las sectas evangélicas pentecostalistas que le digan al pueblo cristiano que voten por ellos por una denigrante bolsa de alimentos.
Krishnamurti, nos hablo del conocimiento propio, del principio de libertad, porque estamos rompiendo de un principio espiritual dado en los libros sagrados y La Biblia, ” Ved la verdad acerca de los problemas más próximos, no de los más lejanos. Y comprended vuestra relación con la verdad”.
Nos encontramos en una anarquía filosófica, donde un presidente de Chile, Boric, desconoce por completo el campo diplomático y, una Venezuela desmejorada y sin ética policial, donde los gendarmes de seguridad pública asaltan para robar a la sociedad civil desde alcabalas postizas, puntos de control y sus residencias. Hay que preguntarle al Foro de Sao Paulo lo que han hecho y, como han estimulado la migración hacia otros países para controlar el poder que no existe. Ya ha sido establecido desde épocas pasadas por movimientos independentistas. Ahora, utilizan la religión como punta de lanza.
-* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño
El mundo se achica ante las impertinencias del Foro de Sao Paulo