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KING KONG, la bella y la bestia, una "Love story" que no se volverá a repetir

10/06/2009 14:40 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

King Kong, el gorila con sentimientos humanos, hizo su debut en el cine en 1933, y fue un gran éxito, hoy olvidado que traemos aquí al recuerdo, porque Peter Jackson se puede decir que perdió el dinero ganado en el Señor de los Anillos en esta película en 1955

King Kong, el gorila gigante que tras aterrorizar a Nueva York y a otras ciudades muere frente a la aviación y la policía, por el amor de una joven a la que ama platónicamente resucitó de sus cenizas en 1955.

La gente le vio en el cine hace 74 años y el hoy director Peter Jackson, con poderosos medios técnicos y financieros, lo desentierra gracias al dinero ganado en la saga de "El Señor de los Anillos". Es la edición número tres desde 1933 en que nació Kong.

Jackson guardó un severo mutismo, has que supo que tenía el elenco en el bolsillo. Barajó nombres como Andy Serkis, Naomi Watts, Ian McKellen, etc. ¿Quién y cómo dio luz a un gorila con alma humana?. Es el secreto que desvelamos aquí.

Todo empieza en la guerra europea (1914-1918). Un cineasta Merian C. Cooper que trabajaba para el Signal Corps norteamericano (Transmisiones) rodó con la Keystone escenas bélicas del cuerpo expedicionario norteamericano en Francia y como casi todos los combatientes quiso olvidar después los horrores que había visto y se dedicó a recorrer el mundo como reportero.

En Viena conoció al ex-aviador de esa misma guerra y luego voluntario en misiones de la Cruz Roja, Ernest (Beaumont) Schredsack. Ambos eran aventureros y en los años 20 recorrieron Etiopía y Asia, aunque antes Ernest había luchado en las filas de Pancho Villa.

Varias de las películas de Cooper, como "Batkiari", rodada en Persia (hoy Irán) sobre la etnia de los Bakhtiari, se perdieron en los archivos de alguna filmoteca. Los dos hombres se separaron después, viviendo cada uno sus propias aventuras, alérgicos a ideas preconcebidas y al sueño americano, que consideraba al resto del mundo como una pesadilla cartográfica.

David O. Selznick los reunió y contrató después en 1924 para la RKO. Dirigieron películas famosas, como "Las cuatro plumas" (1929), pero la idea genial de Cooper al ver a los gorilas del zoo de Nueva York, fue llevar a un gorila gigante a la pantalla.

Cooper la reveló al director C. Selznick, que la consideró utópica -dado que entonces no estábamos en la era digital, etc. y los efectos especiales distaban kilómetros de los actuales. El lema de los dos cineastas era "las tres D" (Distante, Difícil, Dangerous, -peligroso-).

No abunda la literatura sobre estos hombres, pero al parecer Cooper se reafirmó en su idea al contemplar a un lagarto gigante de Comodo (120 kilos) que le recordó a "El mundo Perdido de Conan Doyle". Y de ahí pasó a concebir un gorila colosal que amenaza al Empire State Building y es capaz de todo, aunque tiene, -eso sí- sentimientos humanos.

Una idea de "locos de atar"

Al parecer ya antes se habían dirigido a la Metro(MGM) y a la Paramount para exponer sus ideas y allí pensaron que estaba pirado. Pero O. Selznick terminó por aceptar la idea siempre que consiguieran un genio de los efectos especiales y lo encontraron en Willis Harold O'Brien que había sido antes cow-boy, buen caricaturista, escultor y otras cosas.

Ya en 1914 había realizado una película sobre los dinosaurios. Su técnica consistía en modelar primero sus personajes en miniatura y luego pasarlos a su tamaño.

Los realizadores encargaron el guión al famoso autor de novelas policíacas Edgar Wallace, que no aparece siquiera en los diccionarios de cine, pero es autor entre otros títulos de "Los cuatro hombres justos" y tiene, el final de Fleet Street (Londres) la calle de los periodistas, una gran placa conmemorativa.

La primera maqueta de O'Brien fue un fracaso: creó un mono de 18 pulgadas de alto hecho de alambre recubierto con piel de conejo que se perdía en la jungla también creada por él. La preparación de la "La Octava Maravilla del Mundo" (el título original de la película) fue larga y casi caótica.

Actores completamente desconocidos

Sólo la tenacidad de Schredsack salvó la idea y descubrieron la heroina en la actriz australiana Fay Wray y un "boy-friend" digno de ella, Bruce Cabot (Etienne de Bujac) a quien pusieron como prueba trepar por una larga cuerda hasta un segundo piso y lo hizo. Contratado. Jamás había visto una cámara de cine. Como colaboradora de EdgarWallace fue contratada Ruth Rose, de la Sociedad Zoológica de Nueva York.

La prensa francesa cifró el costo del film en sólo en 430.000 dólares, pero la norteamericana lo calculó en 39 millones y más o menos acertó. El rodaje en sí duró ocho meses

En abril de 1933, al comenzar el rodaje, O'Selznick reveló a la prensa algunos detalles, dejando a la imaginación de las gentes, quien era, en realidad, King Kong: unos decían que era simplemente un hombre disfrazado de gorila. Otros que era una figura artificial de 10 metros de altura movida por 85 motores. La verdad es más simple.

Los creadores del monstruo, utilizaron un "trucage" sencillo: la retroproyección. En el primer plano aparecían Kong y Fay Wray. En el segundo se pasaba una proyección que representaba un tiranosaurio. El problema estaba en una sincronización perfecta de la cadencia de ambos filmes y el control de la luz.

Así que todas las historias del mono gigante artificial que pesaba diez toneladas, etc. no son exactas, aunque sí que hubo que dotarle de brazos "artificiales" de 3.300 kilos cada uno y una piel velluda para cuya fabricación se emplearon más de 2.000 kilos de colas de caballo que hubo que importar de Argentina.

También fue preciso idear una cabeza de Kong de cinco metros de alto que se movía por aire comprimido y en cuanto al decorado Schredsack recuperó de la "Pathe" el de Cecil B. De Mille (Rey de Reyes, 1927). Años después David O. Selznick lo entregó al fuego para la escena del incendio de Atlanta en "lo que el Viento se llevó".

Para las difíciles escenas de horror de los edificios destruidos de Nueva York, C. Selznick utilizó 350 proyectores al mismo tiempo y el técnico de sonido Murray Spivack grabó en el zoo de Nueva York los rugidos de Kong que pasó a cámara lenta y luego al revés. Cada metro de la película planteaba un nuevo problema. Se desechó un tercio de lo filmado por falta de verosimilitud.

Cooper se encargó del montaje, solo, pues su compañero, ya agotado, se fue a Siria a realizar "Arabia" un filme documental.

La prensa francesa cifró el costo del film en sólo en 430.000 dólares, pero la norteamericana lo calculó en 39 millones y más o menos acertó. El rodaje en sí duró ocho meses.

La taquilla record de la historia de Hollywood

La taquilla, según la opinión o la fantasía de la prensa fue veinte veces superior, digna de pasar al libro Guinness. Uno de los mayores éxitos que pasa desapercibido es el de la música, que no se limita a la de un disco, sino que es una partitura completa del músico vienés Max Steiner, sobrino de Richard Strauss, con su orquesta. Luego compuso la música de "Lo que el Viento se llevó" y hasta su muerte puso música a 290 filmes. Las orquestas sinfónicas entraron en declive en los años 60 para resucitar una década después.

La película fue tan taquillera que O. Selznick se lanzó a producir "El hijo de Kong", que constituyó un fracaso total. Eso hizo que el propio personaje se hundiera en el olvido.

Otro aspecto interesante que haría de esto un libro es que el personaje -que en la mente de su creador en principio iba a ser simplemente un monstruo cruel con sentimientos "humanos", terminó siendo una "love story", muy delicada.

Es cierto que un Kong brutal reduce aldeas a escombros, lanza el monorriel de Manhattan por los aires, destruye medio Nueva York, pero su amor apasionado por la heroína, sus temores y sus sentimientos hacia la frágil Fay Wray podrían ponerle a la altura del casto estilo de amor imposible del siglo XIX.

"King Kong" no ha sido analizado desde ese punto de vista y cuando llega la pelea final entre el monstruo contra el ejército, la aviación y la policía, el espectador se pone al lado de la bestia. Es el final de la aventura de un amor utópico.

Pero si el dicho de que "nunca segundas partes fueron buenas" es cierto, aún nadie se ha referido a las terceras. Pero King Kong no ha superado al Señor de los Añillos y ha sido proporcionalmente más costoso.

Nuevamente el presupuesto es motivo de especulación: ¿130 o 150 millones de dólares?. Algunos dicen que mucho más, otros que mucho menos, ya que el trabajo básico estaba ya hecho como la historia, el relato y el guión. King Kong probablemente no volverá a resucitar por cuarta vez.


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