La arquitectura verde, conocida también como arquitectura sustentable, es un modo de concebir el diseño arquitectónico de manera sostenible.

Buscando siempre optimizar los recursos naturales y sistemas de la edificación de tal modo que minimicen el impacto ambiental  de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.

Para lograr sus objetivos, la arquitectura verde, entre otras cosas:

• Considera las condiciones del entorno en donde se edificará la construcción, tales como el clima, la hidrografía y los ecosistemas para tener el mayor rendimiento posible con el menor impacto. Debe buscarse también una localización urbana o suburbana cercana a vías de comunicación. Una cuidadosa zonificación implica mejor accesibilidad para poder viajar a pie, en bicicleta, o usando transporte público
• Utiliza materiales de construcción de bajo contenido energético. Los materiales adecuados deben poseer características tales como: bajo contenido energético, baja emisión de gases de efecto invernadero, ser reciclados, contener el mayor porcentaje posible de materiales de reutilización, entre otras cosas. Si es necesario, usar maderas evitar las provenientes de bosques nativos y utilizar las provenientes de cultivos, como: el pino, eucaliptus, entre otras.
• Reduce el consumo de energía, complementándolo con fuentes de energía renovables. Los sistemas de climatización (calefacción y refrigeración) son un punto primario ya que es donde se gasta más energía. El diseño en un edificio verde permite que la energía solar sea eficiente, así como la utilización de aislamiento térmico para guardar el calor generado durante el día
• Maneja sus residuos, se centra en el uso y tratamiento de los residuos en el sitio, incorporando cosas tales como: plantas tratadoras de agua con el proceso eco-san el cual es un saneamiento de aguas negras que recupera los nutrientes de las heces y orina humana en beneficio de la agricultura. Un edificio verde hace hincapié también en  la separación de sus residuos ya que facilita su reciclaje posterior

La bioarquitectura es una excelente opción también para los inversionistas. A pesar de que los materiales utilizados son poco habituales y a veces difíciles de encontrar, lo que encarece la construcción a veces en un 15%, la inversión se recupera en un lapso promedio de 4 años solamente con el ahorro de energía.

“No todo mundo quiere ser sustentable” decía Richard Rogers, arquitecto británico ganador del premio Pritzker quien considera que la actual crisis mundial mejorará la arquitectura porque “los clientes son ya más cuidadosos y exigentes”. Su receta anti crisis es la misma para la Gran Depresión de 1929: generar puestos de trabajo mejorando las infraestructuras de las ciudades. “Queremos convertir el planeta en un mundo mejor. Y creo que la arquitectura que hacemos es mejor que el 95% de lo que hay construido” afirma.

CULTURA POR LA ECOLOGÍA

En la actualidad muchas empresas socialmente responsables, cuentan con botes y contenedores de basura con código de colores, pero la problemática es, que no han instruido o capacitado correctamente a su personal para fomentar una cultura ecológica de la separación de la basura, todavía hay quien no sabe qué se coloca en cada contenedor,  tenemos que formar en nuestros empleados, una cultura por la ecología dando pláticas sobre este tema, para hacer conciencia de cómo estamos dañando a nuestro ecosistema, cuando tiramos un chicle que tarda en degradarse 5 años, una colilla de cigarro de 1 a 2 años y no se diga un pañal o toalla sanitaria, estos tardan 100 años en desaparecer.

¡POR ESO CUIDEMOS A NUESTRO PLANETA!

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