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Que un gobierno haga cosas criticables, no significa que todo debe ser tomado con la misma óptica. Pecar y amar son los dos pilares de la conformación humana
Además, tal posición no es creíble ni saludable. En este punto del tratamiento de la nueva ley, habría que preguntarles a todos los gobiernos que precedieron a la Sra. Cristina Fernández de Kirchner (incluido su esposo si se quiere) ¿por qué nunca derogaron la ley fascista que aún nos precede? Cuando se hartaron de desgarrarse las vestiduras de la democratización. Por lo que debe quedar claro, y a las pruebas me remito, que Argentina nunca aprendió a vivir en democracia, y ello es porque no tiene idea de su real significado y menos aún como llevarlo a la práctica.
Este es un país donde su pacata y patética sociedad, solo y caprichosamente, entiende que democracia es hacer lo que de la gana y todo aquello que esté emparentado con la disciplina es nada más que un producto de la represión. ¡Qué estupidez! No hay nación que pueda pretender un destino, si la misma solo se alimenta de resentimientos y venganzas.
Hablemos en serio…
Muchos años estuve acreditado en el Parlamento Nacional como Periodista, no como cagatintas que fueron varios. Y, puedo explicar diferencias. Que están a la vista, en consubstanciación con la siempre discutida Ley de Radiodifusión. Pero antes es medular dejar en claro que cualquier normativa, se trate de la que se trate, y esta es una regla que no tiene excepción, deja de guardar serios intereses macroeconómicos y políticos en su implementación. Tan cierto, como que perjudica y desarraiga del sistema a unos y hace ingresar a otros. Siempre fue igual. Y guarda intereses, por la sencilla razón, que quien lleva a cabo las acciones en este mundo es el hombre. ¿O Ud., creía que era algún marciano? Y, el hombre, encierra en su naturaleza, la ventaja, el revanchismo, el egoísmo y la venganza como principales atributos de vida, sin los cuales no sería posible su existencia.
Por lo tanto, a quienes sostienen que el proyecto mencionado, llevado adelante por la Presidencia de la Nación, tanto como el decreto 1148/09 que crea el Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre, basado en el estándar denominado ISDB-T, adoptando de esta manera la norma japonesa, guardan en sí, nada más que privilegios sectoriales, les digo que son unos hipócritas. Porque ellos, son los mismos que solo han defendido todos estos años a los grandes pooles que ‘manejan’ la información teledirigida. Que han alzado la mano para que nada cambie. Que gracias a ese esfuerzo ‘democrático’ que han expuesto, muchos colegas acabaron sin sustento. Y, quienes lo conservaron, tuvieron que hacerlo con una mordaza mecánica. Porque el actual sistema, permite que una misma empresa (disfrazada con terratenientes) posea varios canales de televisión, de radio, de medios gráficos (diarios y revistas), etc. De tal modo, que aquel que ose no seguir ‘las reglas’ de la editorial vigente, no pueda trabajar en ningún lado y de tal modo quede fuera del sistema de por vida, debiendo dedicarse a otra cosa. Que es lo mismo que obligarlo a exiliarse o a que acepte ser ‘esclavo’ de un sistema pseudamente llamado ‘democrático’.
Tan cierto, como que este nuevo sistema tiene como objetivo medular, no solo la recuperación de los votos perdidos, originados en el revés sufrido en la urnas de las elecciones de junio último, en especial por la infranqueable barrera que el grupo Clarín (dominante del 75% casi del espectro de las Comunicaciones en la Argentina, (directa e indirectamente) le proporcionó al gobierno, desvirtuándole todo fundamento en la consideración general; sino que tal implicancia le lleva (le obliga) para sus aspiraciones políticas futuras (2001) cambiar el mapa de la comunicaciones (dominios y ejecuciones) si realmente sueña con alguna chance de continuar en el poder. Lo que no convierte nada en ilegal, sino el ‘lógico’. Lo haría usted, yo y cualquiera. Además, con esta medida el gobierno tampoco se asegura nada.
El pueblo no votó para que se suspendan las tareas parlamentarias actuales y se ingrese a un receso de siete meses ¿Qué imbecilidad es esa?
Pero, si algo no se puede discutir, como superación en el ejercicio de las libertades bien concedidas, en uso legal del cargo conferido, es que este gobierno ha dado -más allá de los causas- respuesta la liberación de la información a un espectro antes no concedido, dejando ahora solo en manos de todos y cada uno de los ciudadanos la libertad de decisión, incluso, más allá de los fundamentos que esgrima a sus hechos y más allá del alcance de la propaganda oficial, incluso. Nunca se tomo tal medida en Argentina, devolviéndole la autonomía al trabajador de prensa, para que suelte su espíritu y diga y escriba lo que piensa y no lo que se le impone. Para que resguarde de manera sustantiva su derecho laboral, que encierra como medida principal el derecho a vivir de su familia. Del mismo modo, sacó de la cárcel económica a más del 57% de la población la cual tenía privado el derecho de ver fútbol por no tener cable, cuando la inseguridad -aún teniendo muchos de ellos con que pagar una entrada- no les permitía asistir a un estadio. Para mejor, se cercenará aún más el negocio de los vivos de siempre, ya que se liberará el sistema de cable completo, como el Internet. Falta que acaben con los robos’ de las telefónicas y la mesa estará servida.
Obvio es que los malditos de siempre, dueños de los grandes pooles acudirán a todo tipo de artimaña, tratando de comprar voluntades, tal cual lo están haciendo en el Parlamento con muchos legisladores (no vaya a creer que estoy inventando nada) depositando tentadores millones en sus arcas para desvirtuar la aprobación de una nueva ley. De tal modo, el primer síntoma, se nota en las declaraciones de los actuales integrantes de la oposición cuando hacen mención de que debiera esperarse a diciembre, por la asunción de los nuevos parlamentarios para tratar el tema y, de ese modo cambiar las mayorías y abortar la intención gubernamental. ¡Hipócritas! El pueblo no votó para que se suspendan las tareas parlamentarias actuales y se ingrese a un receso de siete meses ¿Qué imbecilidad es esa? Esos son los legisladores que quieren que todo siga igual. Que continúe el espíritu de una normativa de facto, porque para ellos es la mejor manera de seguir siendo democráticos.
Mientras vivan los pooles morirán los pueblos. Sin embargo, lo que me asusta y me preocupa, no son los levanta manos de la perversión y lo corrupto, lo que me lastima es la ignorancia de la gente, que se deja empaquetar con cualquier lucecita de color. Dicen que las mayorías son ignorantes y, ¿sabe una cosa? Estoy a punto de darles la razón.
Yo, puedo como Periodista, más allá de las razones, criticar significativos hechos de este gobierno, pero no puedo desconocer su lucha contra la desigualdad, la injusticia y la falta de libertades. Después, seguimos hablando de la inseguridad; del desempleo; de la salud; de la educación; de la tercera edad y del Indec. No hay problemas. Eso sí… al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Corolario…
Si usted no está de acuerdo no vaya a creer que voy a sentirlo. De ninguna manera. ¿Y, sabe por qué? Porque en tal caso, yo tampoco estoy de acuerdo con usted.