En el reino de Uster, Comac el rey del reino quedo desilusionado, su mujer no había dado ningún heredero, apenas una hija, lo que no dejó el rey mucho contente, de manera que rechazo su mujer, y mandó llamar sus sirvientes diciendo para echar su hija en un pozo.

Caminando en dirección de sus propósitos, los sirvientes miraron en los ojos de esta pequeña chica que tenía como destino el fundo del pozo. Esto los dejó con pena, decidieron no acatar las ordenes del rey, pero como no podrían volver con el bebé delante del rey, resolvieron da la chica para un vaquero que vivía en el reino de Tara.

El pobre hombre crió como se fuese su propia hija, enseñó la arte del bordado, no obstante la pequeña Messbuachalla tonarse una joven muy bonita. Y este pobre hombre quedó con miedo que esto llamase la atención de la comunidad, cuando surge una idea de construir una casa de mimbre con apenas una abertura en el techo. Todo para esconder y proteger la pequeña Messbuachalla.

Sus esfuerzos fueron inútiles, porque un de los habitantes del reinado quedó curioso para saber lo que tendría dentro de la casa, trepo por las paredes para ver. La noticia entonces llegó en los oídos de Rey Eteskel, que al saber de esta mujer tan hermosa, se acuerda de una de las previsiones del druida que una mujer de raza desconocida daría su heredero. El rey no pierde tiempo, manda sus siervos buscar la mujer en el día siguiente.

Pero, en esta misma noche un gran pájaro, entra por medio del techo hasta la mujer y se convierte en un hombre. La mujer no perdió tiempo y dio su amor al hombre pájaro, después de todo cuando el pájaro se iba advirtió la mujer que temprano un rey la buscaría, que había sido fecundada y que este hijo debía lleva el nombre de Conary.

Por fin Conary nació y creció en un palacio, convirtiéndose en un gran monarca.