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La tertulia continental se realizó en el Hotel Llao Llao de la ciudad de San Carlos de Bariloche. A lo largo de las seis horas de transmisión, y entre los discursos formales habituales, los presidentes se propiciaron algunos golpes bajos acompañados de miradas venenosas
El último viernes 28 de agosto tuvo lugar la cumbre del UNASUR (Unión de naciones suramericanas). Los organizadores argentinos, presos de la fiebre del fútbol, tuvieron la exquisita idea de transmitir la reunión en vivo y en directo por televisión.
La tertulia continental se realizó en el Hotel Llao Llao de la ciudad de San Carlos de Bariloche. A lo largo de las seis horas de transmisión, y entre los discursos formales habituales, los presidentes se propiciaron algunos golpes bajos acompañados de miradas venenosas.
Así fue como el ecuatoriano Rafael Correa -presidente Pro Témpore del UNASUR- atacó a su par Colombiano Álvaro Uribe. Vestido con traje típico, Correa dirigió sus ojos verdes a las cámaras para reclamar al presidente Uribe la falta de acción efectiva contra la guerrilla de las FARC. Y de paso retrucar las acusaciones sobre la presunta colaboración que brindan los gobiernos ecuatoriano y venezolano a la agrupación terrorista que se refugia en sus fronteras.
En otro de los pasajes el presidente venezolano Hugo Chávez recriminó a su par brasilero, Lula da Silva, una supuesta prohibición por la cual EEUU le impide a Brasil la venta a Venezuela de repuestos de aviones que éste país adquirió en el pasado a su vecino sudamericano. LA respuesta del líder brasilero fue -literalmente- agachar la cabeza y soltar una sonrisa nerviosa a la par de su canciller, estoicamente sentado a su lado.
Lula, con gesto irascible y rostro colorado, expresó que “al final siempre quedamos los mismos para discutir los documentos”
Por su parte, los presidentes de Perú Alan García y de Colombia, le recriminaron a Chávez su falta de credibilidad a la hora de arremeter contra el imperialismo de los Estados Unidos, porque -según sus palabras- Venezuela le vende a esta potencia la mayor parte de su producción petrolera.
En un apurado final de la cumbre presidencial, el mandatario boliviano Evo Morales reiteró –lo propuso sucesivamente a lo largo del encuentro- su voluntad de redactar un texto que expresara la negativa a la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia.
En un completo desorden provocado por el vaivén de personas fatigadas y voces que comenzaban a alzarse dentro del salón estilo alpino, la presidenta argentina Cristina Fernández propuso redactar el documento “en cinco minutos”. El presidente uruguayo Tabaré Vázquez y el de Perú ya habían abandonaron la reunión.
En ese momento el presidente Lula alzó la voz, intérprete mediante, para reprender en vivo y en directo al resto de presidentes como si fueran alumnos de su propia academia. Lula se quejó de que “al final siempre quedamos los mismos para discutir los documentos” expresó con gesto irascible y rostro colorado. Anteriormente el brasilero se había desmarcado del resto de presidentes porque no estaba de acuerdo con la televisación de la cumbre. “Las determinaciones importantes se toman en privado”, les recriminó.
Alan García y Álvaro Uribe recriminaron a Chávez que Venezuela le vende a esta potencia la mayor parte de su producción petrolera
® Pez de Abril
* El título del texto es la traducción del nombre del tema musical de Xaman-Ek “Ceux qui savent ne disent rien, ceux qui disent ne savent rien”.