Luchar una guerra

Es difícil ver florecer la angustia en una mirada inocente

huesped insospechada

cala hondo en la bruma del sueño y la vigilia

la angustia poblada de sombras muerde el llanto

de aquél con el alma en meseria

Como luchar una guerra

molécula en cautiverio

un disparo a la vez y demasiada muerte en las trincheras

pálida angustia en clave de vértigo

flor anclada en el miedo con los nervios crispados

como la doncella poblada de sombras y voz de espanto.

Como el llanto que se escucha en el eco de la memoria

Solo es la angustia que se sienta a tu lado

como un extraño en el paque

como un niño que grita en un tunel insondable

solo es la angustia hermana negada indeseable

es la soledad poblada de gente que no mira ni siente

soledad de angustia y muerte

para todos los que estan fuera del mundo.

Desamparo

El tiempo ya no es de los enamorados

ya no es del horizonte y los besos

y las caricias

Suyo es el abandono de la aurora

de la felicidad que es un instante en flor

la perfección cautiva queriendo nacer

¿y qué es la felicidad?

eso

es un instante de perfección.

Ese es el destino del caminante

construir senderos de pasión

errar por desiertos de asombro

descubrir el mundo a cada mirada

intuir el sueño de los desesperados

aprender

iluminar

sembrar el recuerdo tivio

de lo quedó atrás

guardar la melancolía de una mañana en el hogar.

Solitaria

La vi caminando indiferente al mundo

en un pacto de orgullo con la tristeza

La conciencia es aniquilación

Caminaba taciturna y pálida

como una tarde de lluvia junto a la ventana

atravesaba la calle y la gente con secreta imprudencia

Insolentes sus ojos que fraguaban tempestades en el ocaso

perdida a la orilla del mar

solitaria como el corazón que no espera

con su mirar de canciones sentidas

con su canción que buscaba el encuentro

anidar en la puerta que se abre para nadie

conjurar la plegaria del mendigo

con la mano extendida al cielo

pidiendo mas vida arrebatada

mas tiempo perdido.

De lo eterno

La conciencia es aniquilación

crece cual la hiedra enemiga del olvido

sube trepadora a la superficie

reta, fulmina el poder ancestral del rayo y el pecado.

Sacude su presencia retadora

su fuerza, su energía

el rostro impune

el grito desconsolado de su mentira

ahora la eterna duda del ensueño

aniquila la magia y la creación

es la hora de los elegidos, de los alucinados

el segundo apasionado de palpar la inmensidad

el camino del descubrimiento se ha revelado

en la alborada de una silueta

mas la naturaleza es una explosión de rosas

incandescentes de asombro

el universo florecido de astros fragantes

la humanidad fluyendo en ráfagas de espectación

y clarividencia

sobre el principio del silencio

permanece inmovil en el altar de la aventura

baña de acuarela y emoción las décadas perdidas

las cubre de hechizo

de viento

de perfume decadente.

Nerio Salas.