Todos los días, o al menos durante éstos días; al levantarme de la cama veo ni bien habro los ojos las cifras que va dejando sobre el camino este virus. Hay un caso acá, tres más allá y trece posibles mucho más allá. Que si se puede comer o no chancho, si hay que vacunarse contra la gripe, que si es necesario usar barbijo, si ya nos podemos besar, si se puede dar la mano...etc. Tenemos mucha información...¿ tenemos mucha información?. Es más, ¡¿ se puede tomar como información cuando una afirmación sobre el tipo de prevención es contrariada en otro canal al mismo tiempo, o la desacreditan al otro día cuando yo tomé los supuestos recaudos que ahora ya no son recaudos ?!. Sí, parece un trabalenguas; pero mi cerebro es una sopa de letras.

La madre de la niña se reía de la situación; y si, debe ser lindo ver como se revuelca tu hijo mientras la gente se tropieza con el mismo en un tren donde pasan miles y miles de personas al día...

Hoy al mediodía, cuando estaba viajando en el tren, me llamó la atención una niña de 1 año aproximadamente. Una carita redondita, colita en lo alto de la cabeza con un rulito muy particular. Dibujos en su diminuta remera y zapatillitas rosas que hacían juego con la bota manga de su pantaloncito. Ustedes dirán qué tiene que ver. La historia es la siguiente: subo al tren y al dar sólo cuatro pasos me topo con ésta pequeña niña. Su madre estaba sentada ( yo estaba parada) con cara de ver la nada mientras la pequeña estaba sentada en el piso. Si, en el piso. Pero eso no es nada. Durante el viaje, que duró aproximadamente 45 minutos, la niña se la pasó gateando por los pasillos del vagón, se acostaba boca abajo y boca arriba haciendo angelitos, agarraba los papelitos del suelo y limpiaba el mismo con la mano. La madre de la niña se reía de la situación; y si, debe ser lindo ver como se revuelca tu hijo mientras la gente se tropieza con el mismo en un tren donde pasan miles y miles de personas al día, las cuales muchas de ellas tiran basura al piso que vaya uno a saber dónde estuvieron antes. Después de un tiempo de observar y mirar la situación entendí  el propósito de ésta madre: contribuir al bienestar de ésta niña, contribuir al buen desarrollo del sistema inmunológico de su angelito. Y si, soy una mal pensada; en un principio me dije: ¡ No puede ser que ésta mujer sea tan irresponsable y sucia !

Tenemos mucha información...¿ tenemos mucha información?

Pero ella es precavida, habrá dicho: ¡ Con ésto no la llevo al doctor por un tiempo! ...y a mí me van hablar de la gripe del ``chancho´´ ...!